Las terrazas (terraces, terrasses), es decir, la creación de plataformas horizontales o con cierta contrapendiente mediante desmontes y terraplenes, son una preparación del suelo ampliamente utilizada en repoblaciones forestales de zonas áridas. En España se han utilizado muchísimo para restauración forestal y en algunos casos de forma algo desafortunada. A pesar de que su uso prácticamente ha desaparecido en nuestro país, por ser una técnica controvertida debido al impacto ambiental que puede producir, en base a sus efectos hidrológicos positivos (retención de escorrentía) es una preparación del suelo interesante para laderas con suelos muy degradados, en zonas de precipitación escasa y torrencial. Para que la preparación minimice los impactos y cumpla con las funciones que se le encomiendan, es posible establecer dos condiciones de aplicación. Por un lado, se trata de reducir al máximo el movimiento de tierras y la remoción del suelo; y por otro, de ajustar el diseño a las necesidades del ecosistema, es decir, el dimensionado debe basarse en la economía del agua. A nivel internacional, han sido utilizadas para cultivos arbóreos en Túnez, Camerún, Sudán, Etiopía, Nigeria y otros países subsaharianos. En Jordania son muy empleadas por el Jordanian Forestry Department en repoblaciones con pinos. Por último, en Israel son frecuentes en restauración forestal las terrazas de piedra, que frenan y retienen la escorrentía, y son muy valoradas en la estabilización de cárcavas y barrancos. En España, las terrazas forestales tienen plataformas de unos 3 m de anchura. Son muy interesantes en la restauración forestal, en las condiciones adecuadas.
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