Ávila no es una provincia que se caracterice por tener amplias superficies erosionadas por cárcavas, pero hay lugares de gran interés con este tipo de paisaje. Es el caso de las cárcavas de Blascosancho, en las laderas que vierten al arroyo del Monte, muy cerca del río Adaja. Por eso hace unos 9 años que llevó allí a mis alumnos de los grados y másteres forestales, agrícolas y ambientales. Hace unos 8 años se emprendió la restauración forestal de las cárcavas.
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