Dos magníficos documentales sobre el canal de Castilla.
miércoles, 28 de marzo de 2018
La degradación del suelo pone en riesgo a 3.200 millones de personas
La degradación "crítica" del suelo, principal causa de la pérdida de especies, pone en riesgo a 3.200 millones de personas en el mundo y provocará grandes migraciones para 2050, alertaron científicos reunidos en Medellín (Colombia).
Así se desprende del informe que revela los impactos negativos de un manejo "no sostenible" de las tierras basado en hallazgos realizados por más de 100 expertos y que fue presentado en el cierre de la Sexta Plenaria de la Plataforma Intergubernamental en Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos (IPBES).
Para ello han recabado datos durante tres años, en los que desarrollaron una evaluación de degradación de la tierra y restauración, con resultados que muestran el "grave peligro" que corre la humanidad.
Entre los riesgos, el científico Bob Scholes, copresidente de la evaluación de suelos de IPBES, advirtió que las malas prácticas del hombre, además de los estilos de vida de alto consumo, empujan al planeta hacia "la sexta extinción masiva de especies".
"La degradación del suelo es posiblemente el tema ambiental que afecta de mayor manera a la población del mundo; dos de cada cinco personas se ven significativamente afectadas en su modo de vida en nuestro tiempo", sentenció Scholes en conferencia de prensa.
"No hay ecosistema o país en el mundo donde no puedas encontrar afectación de la tierra", agregó.
El informe, codirigido por el italiano Luca Montanarella, señala que la degradación de los suelos ha llegado a niveles "críticos" en muchas partes del mundo, situación que ha ocasionado una pérdida "significativa" de la diversidad biológica y de servicios de los ecosistemas.
La pérdida de la fertilidad del suelo, la erosión y aumento en toxicidad, especialmente por la acumulación de sales, son parte de las características encontradas en tierras con una decreciente productividad, situación que hace "más vulnerables" a sus pobladores.
"El suelo es un recursos que se está agotando. La demanda que ponemos es mayor y el problema se acelera", comentó Scholes.
Para los investigadores, los humedales han sido particularmente "castigados" por la degradación, hasta el punto que "el 87% han sido destruidos" y el 50% de ese daño ocurrió este último siglo.
Además, el 13% restante está "altamente en peligro" porque los suelos que los rodean sufren las consecuencias de la degradación, problemática que se suma a la pérdida de biodiversidad y al cambio climático.
"Los procesos de degradación de la tierra contribuyen en un 10% a los gases invernadero que están dirigiendo en gran medida nuestro cambio climático", acotó el experto.
Si bien la evaluación no revela los ecosistemas más amenazados, sí reporta que las tierras de poca producción biológica y las tierras congeladas están altamente "susceptibles" a la degradación de una forma que antes no ocurría.
De otro lado, los científicos proyectan que para 2050 la mayor parte de la degradación ocurrirá en América Central, América del Sur, África subsahariana y Asia, que son presentadas como las áreas a las que le quedan la mayor cantidad de tierra adecuada para la agricultura.
Además, el deterioro y el cambio climático provocará una reducción de los cultivos en un 10% como promedio en el mundo, pero de hasta un 50% en regiones específicas, efectos que amenazarán la seguridad alimentaria, la purificación del agua, la provisión de energía y otras contribuciones de la naturaleza esenciales para la humanidad.
En su informe, también proponen mecanismos para restaurar, revertir y contener la degradación, manifestada con abandono de tierras, disminución de poblaciones de especies silvestres, pérdida de praderas y agua dulce, así como la deforestación.
Entre ellos están el mejoramiento de los sistemas de monitoreo, la aplicación de políticas globales, el manejo de la presión de pastoreo, el control de la fuentes de contaminación y la promoción de prácticas como replantación de especies nativas y el desarrollo de infraestructura ecológica.
Fuente: Madrimasd.org
Así se desprende del informe que revela los impactos negativos de un manejo "no sostenible" de las tierras basado en hallazgos realizados por más de 100 expertos y que fue presentado en el cierre de la Sexta Plenaria de la Plataforma Intergubernamental en Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos (IPBES).
Para ello han recabado datos durante tres años, en los que desarrollaron una evaluación de degradación de la tierra y restauración, con resultados que muestran el "grave peligro" que corre la humanidad.
Entre los riesgos, el científico Bob Scholes, copresidente de la evaluación de suelos de IPBES, advirtió que las malas prácticas del hombre, además de los estilos de vida de alto consumo, empujan al planeta hacia "la sexta extinción masiva de especies".
"La degradación del suelo es posiblemente el tema ambiental que afecta de mayor manera a la población del mundo; dos de cada cinco personas se ven significativamente afectadas en su modo de vida en nuestro tiempo", sentenció Scholes en conferencia de prensa.
"No hay ecosistema o país en el mundo donde no puedas encontrar afectación de la tierra", agregó.
El informe, codirigido por el italiano Luca Montanarella, señala que la degradación de los suelos ha llegado a niveles "críticos" en muchas partes del mundo, situación que ha ocasionado una pérdida "significativa" de la diversidad biológica y de servicios de los ecosistemas.
La pérdida de la fertilidad del suelo, la erosión y aumento en toxicidad, especialmente por la acumulación de sales, son parte de las características encontradas en tierras con una decreciente productividad, situación que hace "más vulnerables" a sus pobladores.
"El suelo es un recursos que se está agotando. La demanda que ponemos es mayor y el problema se acelera", comentó Scholes.
Para los investigadores, los humedales han sido particularmente "castigados" por la degradación, hasta el punto que "el 87% han sido destruidos" y el 50% de ese daño ocurrió este último siglo.
Además, el 13% restante está "altamente en peligro" porque los suelos que los rodean sufren las consecuencias de la degradación, problemática que se suma a la pérdida de biodiversidad y al cambio climático.
"Los procesos de degradación de la tierra contribuyen en un 10% a los gases invernadero que están dirigiendo en gran medida nuestro cambio climático", acotó el experto.
Si bien la evaluación no revela los ecosistemas más amenazados, sí reporta que las tierras de poca producción biológica y las tierras congeladas están altamente "susceptibles" a la degradación de una forma que antes no ocurría.
De otro lado, los científicos proyectan que para 2050 la mayor parte de la degradación ocurrirá en América Central, América del Sur, África subsahariana y Asia, que son presentadas como las áreas a las que le quedan la mayor cantidad de tierra adecuada para la agricultura.
Además, el deterioro y el cambio climático provocará una reducción de los cultivos en un 10% como promedio en el mundo, pero de hasta un 50% en regiones específicas, efectos que amenazarán la seguridad alimentaria, la purificación del agua, la provisión de energía y otras contribuciones de la naturaleza esenciales para la humanidad.
En su informe, también proponen mecanismos para restaurar, revertir y contener la degradación, manifestada con abandono de tierras, disminución de poblaciones de especies silvestres, pérdida de praderas y agua dulce, así como la deforestación.
Entre ellos están el mejoramiento de los sistemas de monitoreo, la aplicación de políticas globales, el manejo de la presión de pastoreo, el control de la fuentes de contaminación y la promoción de prácticas como replantación de especies nativas y el desarrollo de infraestructura ecológica.
Fuente: Madrimasd.org
viernes, 23 de marzo de 2018
Acueductos romanos
Documental interesantísimo sobre acueductos romanos (Nimes, Tiermes, Cella, Chelva). Merece la pena verlo.
miércoles, 21 de marzo de 2018
Protector de semillas para restauración forestal (fotos)
Fotos y comentarios de Eduardo Martín.
El jabalí en una siembra de miles de protectores puede destrozar unos cuantos de ellos, pero los protectores están diseñados basados en el principio del erizo, es decir, las semillas están encapsuladas con la malla y los pinchos que se han formado, haciendo que el jabalí no pueda comérselas, desistiendo y memorizándolo para cuando se encuentre con otro protector. El ratón atraído por el olor de las semillas escarba directamente hacia ellas, pero se encuentra con la valona impidiéndole llegar hasta la semillas, por lo que se cansan de escarbar en la malla y abandonan:
Castaño sembrado en Gredos:
Corte vertical des suelo donde se ve una encina de tres savias. Expansión del protector y posteriormente oxidándose, evitando costos económicos en su retirada del monte. Podemos observar que no existe constricciones perjudiciales tanto en raíz como en la parte aérea de la plántula:
En esta fotografía se muestra el desarrollo de la planta de encina que fue sembrada en un protector de semilla. No hace falta quitar el protector, porque se oxida y se deshace en el monte:
Parcela de muestra realizada en las laderas de Torquemada (Palencia):
Protectores mixtos metal - malla plástica. Necesita tutor y es muy adecuado para conejos:
Niveles de enterramiento del protector, pasadores y semillas. La esfera agujereada es una pelota de ping-pong, y tiene la finalidad de no dejar salir las semilla al exterior en caso de ataque de predador, no dejar que entren los roedores por la parte superior del protector y por otro lado, sirve para almacenaje de abono de liberación lenta, productos repelentes en caso de un excesivo ataque de predadores de semillas:
En las fotografías siguientes, en una se muestra la siembra de un Q. pyrenaica junto al tocón (sirve de protección y materia orgánica) de P. pinaster tras haber efectuado una entresaca. En las otras dos, vemos una "muralla" de ramas rodeando al protector de semillas para que animales de gran tamaño (vacas, cabras, ovejas, etc.) no alcancen a comerse la plántula:
Expansión del protector:
Erosión en carretera
Algunas imágenes del proceso ocurrido la semana pasada en la carretera autonómica AV-901 en el término municipal de Navatalgordo (Ávila). Todo parece indicar que, a causa de las lluvias abundantes, una corriente de agua concentrada en la cuneta provocó un proceso rápido de erosión por "piping" que terminó llevándose toda la tierra situada debajo de la calzada.
lunes, 19 de marzo de 2018
Introducción a la contaminación de suelos
Aunque generalmente se concibe que el suelo tiene, (entre otras cosas), la función vital de sustentar la vida en la tierra, o de servir de filtro y almacén de sustancias potencialmente nocivas, es el gran desconocido. La contaminación del suelo, entendida como la incorporación de sustancias dañinas o tóxicas que pueden afectar adversamente su calidad (y la salud de los organismos que viven en él), representa una grave amenaza para el suelo y un reto medioambiental. En este contexto, el libro pretende dar respuesta, a través de 27 capítulos, las siguientes cuestiones:
•¿Qué es la contaminación del suelo?
•¿Cuántos tipos de contaminación existen?
•¿Cuáles son sus fuentes y cómo se produce?
•¿Cómo se muestrea y describe un problema de contaminación de suelos hasta diagnosticar que está
contaminado o no?
•¿Cuáles son los posibles métodos y técnicas de remediación de suelos contaminados?
Y para ello, trata de poner de relieve y profundizar, de forma clara y asequible, desde las características intrínsecas de la contaminación por distintas sustancias contaminantes bióticas y no bióticas, hasta su dinámica y evolución en el suelo. Se abordan además aspectos innovadores, referidos tanto a los contaminantes emergentes, radionúclidos, etc., como a los clásicos, como pueden ser los debidos a la contaminación por metales pesados, pesticidas o hidrocarburos. Sus contenidos incluyen posibles soluciones y perspectivas futuras, incidiendo en técnicas de remediación, así como caracterización de suelos contaminados.
También se incluyen capítulos sobre las técnicas de estudio en su forma más actual y avanzada, como la teledetección, ecotoxicología, geoestadística, etc.
Esta obra, basada en la experiencia docente y/o investigadora de los autores, está concebida de tal forma que cada capítulo ha sido elaborado cuidadosamente en cada una de las temáticas que se abordan, intentando dar la máxima coherencia al conjunto. El libro cuenta pues con el trabajo y la experiencia de numerosos profesores e investigadores de diferentes Universidades y Centros de Investigación, los cuales convergen en este vasto tema.
Editorial: Mundi-Prensa
Autor: RAIMUNDO JIMÉNEZ BALLESTA
Clasificación: Universidad > Medio Ambiente
Tamaño: 17 x 24 cm.
Páginas: 604
ISBN 13: 9788484767893
ISBN 10: 8484767892
Precio sin IVA: 28,85 Eur
Precio con IVA: 30,00 Eur
Fecha publicacion: 17/10/2017
•¿Qué es la contaminación del suelo?
•¿Cuántos tipos de contaminación existen?
•¿Cuáles son sus fuentes y cómo se produce?
•¿Cómo se muestrea y describe un problema de contaminación de suelos hasta diagnosticar que está
contaminado o no?
•¿Cuáles son los posibles métodos y técnicas de remediación de suelos contaminados?
Y para ello, trata de poner de relieve y profundizar, de forma clara y asequible, desde las características intrínsecas de la contaminación por distintas sustancias contaminantes bióticas y no bióticas, hasta su dinámica y evolución en el suelo. Se abordan además aspectos innovadores, referidos tanto a los contaminantes emergentes, radionúclidos, etc., como a los clásicos, como pueden ser los debidos a la contaminación por metales pesados, pesticidas o hidrocarburos. Sus contenidos incluyen posibles soluciones y perspectivas futuras, incidiendo en técnicas de remediación, así como caracterización de suelos contaminados.
También se incluyen capítulos sobre las técnicas de estudio en su forma más actual y avanzada, como la teledetección, ecotoxicología, geoestadística, etc.
Esta obra, basada en la experiencia docente y/o investigadora de los autores, está concebida de tal forma que cada capítulo ha sido elaborado cuidadosamente en cada una de las temáticas que se abordan, intentando dar la máxima coherencia al conjunto. El libro cuenta pues con el trabajo y la experiencia de numerosos profesores e investigadores de diferentes Universidades y Centros de Investigación, los cuales convergen en este vasto tema.
Editorial: Mundi-Prensa
Autor: RAIMUNDO JIMÉNEZ BALLESTA
Clasificación: Universidad > Medio Ambiente
Tamaño: 17 x 24 cm.
Páginas: 604
ISBN 13: 9788484767893
ISBN 10: 8484767892
Precio sin IVA: 28,85 Eur
Precio con IVA: 30,00 Eur
Fecha publicacion: 17/10/2017
lunes, 12 de marzo de 2018
Mapas de erosión en Europa
Es muy recomendable visitar esta página sobre erosión en Europa.
A continuación mostramos algunos de los mapas elaborados.
A continuación mostramos algunos de los mapas elaborados.
Protector de semillas para restauración forestal
Os dejamos este vídeo sobre un eficaz y original protector de semillas para la restauración forestal (patentado).
viernes, 9 de marzo de 2018
China's sponge cities are turning streets freen to combat flooding
A small part of Shanghai is turning greener, street by street.
In the Lingang district, pavements are lined with trees, gardens and public squares full of plant beds. Between cranes and construction sites, plans display new buildings enveloped in the green and blue of parks, streams, and water features.
Lingang (also known as Nanhui after it was renamed in 2012) has a mission. As Shanghai’s “sponge city”, it is piloting an ecologically friendly alternative to traditional flood defences and drainage systems in the coastal city which faces long-term risks from rising sea levels.
Rapid concrete development in China has often blocked the natural flow of water with hard, impervious surfaces; to reverse this, the sponge city concept focuses on green infrastructure, such as wetland areas, rooftop plants and rain gardens.
“In the natural environment, most precipitation infiltrates the ground or is received by surface water, but this is disrupted when there are large-scale hard pavements,” says Wen Mei Dubbelaar, director of water management China at Arcadis. “Now, only about 20-30% of rainwater infiltrates the ground in urban areas, so it breaks the natural water circulation and causes waterlogging and surface water pollution.”
In Lingang, the wide streets are built with permeable pavements, allowing water to drain to the soil. Central reservations are used as rain gardens, filled with soil and plants. The large manmade Dishui Lake helps control the flow of water, and buildings feature green rooftops and water tanks.
Since disastrous large-scale flooding in Beijing in 2012, flood prevention has rocketed up the state agenda. The Sponge City initiative was launched in 2015 with 16 “model sponge cities”, before being extended to 30, including Shanghai.
“The first thing is to try and preserve or restore natural waterways, because that is the natural way to reduce the flooding risk,” says Prof Hui Li at Tongji University. “In Wuhan, for example, the main problem is that a lot of small rivers were filled in during building. That is a benefit the Lingang area has, as there is still a lot of agricultural land and a manmade lake which has capacity to hold more water during heavy rain.
A satellite view of Lingang at the tip of the peninsula around 60 km south of Shanghai city centre. Credits: Landsat 5 and landsat 8/Nasa.
“In the past, humans have taken the land away from the water; now we need to give the land back.”
Lingang can introduce new innovations into its urban fabric, but retrofitting older areas in Shanghai is difficult. Recent redevelopments include the former industrial West Bund Riverside, using wetlands, permeable materials and raised walkways to make the area naturally “spongey”.
But it is difficult to create room for new green space. Even existing parks are largely a missed opportunity, says Li, usually built higher than street level and failing to offer a natural escape route for runoff floodwater. Most focus is on green roofs – the Shanghai government wants 400,000 sq metres of new rooftop gardens – or gradually replacing pavements.
By 2020, the government wants 20% of the built area of each pilot district to have sponge city functions, meaning at least 70% of stormwater runoff should be captured, reused, or absorbed by the ground. By 2030, a huge 80% of each city should meet this requirement.
This target puts pressure on new areas to compensate for older districts, where a wholescale retrofit by 2030 seems doubtful.
There are plenty of other challenges. The central government will only provide about a fifth of funding needed – the rest must be raised by cash-strapped local governments and often unenthusiastic private investors.
Academics have warned planning models are not specific enough to accommodate the vast differences in China’s geography, and there is a sharp learning curve to match new concepts with city practicalities. In Lingang, for example, crossing the road is difficult due to the large rain gardens in central reservations.
Nonetheless, urban planners say additional innovations have emerged from the process, including more sustainable design and relief for China’s water-starved regions by managing stored rainwater.
“Sponge city infrastructure is beneficial because it is also changing the living environment, helping with pollution and creating a better quality of life in these areas,” says Dubbelaar. “The initial driver for sponge cities was the extreme flooding of urban areas, but the change in mindset, that development should have a more holistic, sustainable approach, is an extra benefit that is evolving during this project.”
Lingang is clearly hoping its innovative greenery will bring tourists, with several hotel chains around the lake, a maritime museum and tourist information centre already open. One such visitor from the nearby suburbs says she is a fan of Lingang – she doesn’t know the term ‘sponge cities’, but she likes it.
“I like all the trees and parks,” she considers. “It doesn’t really feel much like a city. I think it’s much more pleasant than other parts of Shanghai.”
Since you’re here …
… we have a small favour to ask. More people are reading the Guardian than ever but advertising revenues across the media are falling fast. And unlike many news organisations, we haven’t put up a paywall – we want to keep our journalism as open as we can. So you can see why we need to ask for your help. The Guardian’s independent, investigative journalism takes a lot of time, money and hard work to produce. But we do it because we believe our perspective matters – because it might well be your perspective, too.
I appreciate there not being a paywall: it is more democratic for the media to be available for all and not a commodity to be purchased by a few. I’m happy to make a contribution so others with less means still have access to information.Thomasine F-R.
If everyone who reads our reporting, who likes it, helps fund it, our future would be much more secure. For as little as £1, you can support the Guardian – and it only takes a minute. Thank you.
Enlace The Guardian
In the Lingang district, pavements are lined with trees, gardens and public squares full of plant beds. Between cranes and construction sites, plans display new buildings enveloped in the green and blue of parks, streams, and water features.
Lingang (also known as Nanhui after it was renamed in 2012) has a mission. As Shanghai’s “sponge city”, it is piloting an ecologically friendly alternative to traditional flood defences and drainage systems in the coastal city which faces long-term risks from rising sea levels.
Rapid concrete development in China has often blocked the natural flow of water with hard, impervious surfaces; to reverse this, the sponge city concept focuses on green infrastructure, such as wetland areas, rooftop plants and rain gardens.
“In the natural environment, most precipitation infiltrates the ground or is received by surface water, but this is disrupted when there are large-scale hard pavements,” says Wen Mei Dubbelaar, director of water management China at Arcadis. “Now, only about 20-30% of rainwater infiltrates the ground in urban areas, so it breaks the natural water circulation and causes waterlogging and surface water pollution.”
In Lingang, the wide streets are built with permeable pavements, allowing water to drain to the soil. Central reservations are used as rain gardens, filled with soil and plants. The large manmade Dishui Lake helps control the flow of water, and buildings feature green rooftops and water tanks.
Since disastrous large-scale flooding in Beijing in 2012, flood prevention has rocketed up the state agenda. The Sponge City initiative was launched in 2015 with 16 “model sponge cities”, before being extended to 30, including Shanghai.
“The first thing is to try and preserve or restore natural waterways, because that is the natural way to reduce the flooding risk,” says Prof Hui Li at Tongji University. “In Wuhan, for example, the main problem is that a lot of small rivers were filled in during building. That is a benefit the Lingang area has, as there is still a lot of agricultural land and a manmade lake which has capacity to hold more water during heavy rain.
A satellite view of Lingang at the tip of the peninsula around 60 km south of Shanghai city centre. Credits: Landsat 5 and landsat 8/Nasa.
“In the past, humans have taken the land away from the water; now we need to give the land back.”
Lingang can introduce new innovations into its urban fabric, but retrofitting older areas in Shanghai is difficult. Recent redevelopments include the former industrial West Bund Riverside, using wetlands, permeable materials and raised walkways to make the area naturally “spongey”.
But it is difficult to create room for new green space. Even existing parks are largely a missed opportunity, says Li, usually built higher than street level and failing to offer a natural escape route for runoff floodwater. Most focus is on green roofs – the Shanghai government wants 400,000 sq metres of new rooftop gardens – or gradually replacing pavements.
By 2020, the government wants 20% of the built area of each pilot district to have sponge city functions, meaning at least 70% of stormwater runoff should be captured, reused, or absorbed by the ground. By 2030, a huge 80% of each city should meet this requirement.
This target puts pressure on new areas to compensate for older districts, where a wholescale retrofit by 2030 seems doubtful.
There are plenty of other challenges. The central government will only provide about a fifth of funding needed – the rest must be raised by cash-strapped local governments and often unenthusiastic private investors.
Academics have warned planning models are not specific enough to accommodate the vast differences in China’s geography, and there is a sharp learning curve to match new concepts with city practicalities. In Lingang, for example, crossing the road is difficult due to the large rain gardens in central reservations.
Nonetheless, urban planners say additional innovations have emerged from the process, including more sustainable design and relief for China’s water-starved regions by managing stored rainwater.
“Sponge city infrastructure is beneficial because it is also changing the living environment, helping with pollution and creating a better quality of life in these areas,” says Dubbelaar. “The initial driver for sponge cities was the extreme flooding of urban areas, but the change in mindset, that development should have a more holistic, sustainable approach, is an extra benefit that is evolving during this project.”
Lingang is clearly hoping its innovative greenery will bring tourists, with several hotel chains around the lake, a maritime museum and tourist information centre already open. One such visitor from the nearby suburbs says she is a fan of Lingang – she doesn’t know the term ‘sponge cities’, but she likes it.
“I like all the trees and parks,” she considers. “It doesn’t really feel much like a city. I think it’s much more pleasant than other parts of Shanghai.”
Since you’re here …
… we have a small favour to ask. More people are reading the Guardian than ever but advertising revenues across the media are falling fast. And unlike many news organisations, we haven’t put up a paywall – we want to keep our journalism as open as we can. So you can see why we need to ask for your help. The Guardian’s independent, investigative journalism takes a lot of time, money and hard work to produce. But we do it because we believe our perspective matters – because it might well be your perspective, too.
I appreciate there not being a paywall: it is more democratic for the media to be available for all and not a commodity to be purchased by a few. I’m happy to make a contribution so others with less means still have access to information.Thomasine F-R.
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Enlace The Guardian
Wetland areas help to absorb rainwater in Lingang. Photograph: Helen Roxburgh
jueves, 8 de marzo de 2018
Las Bardenas después de la lluvia
Algunos se sorprenden porque nos gustan las zonas áridas, los desiertos y la erosión. Quizás después de ver estas imágenes empiecen a entendernos.
El viernes 2 de marzo, las Bardenas Reales de Navarra lucían con una gran belleza, después de varios días previos de nieve y lluvia.
El viernes 2 de marzo, las Bardenas Reales de Navarra lucían con una gran belleza, después de varios días previos de nieve y lluvia.
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