Las relaciones entre biodiversidad y erosión son recíprocas.
Los organismos del suelo pueden reducir las pérdidas de suelo, mediante mejora
de la porosidad, o incrementarlas, disminuyendo la estabilidad del suelo como
resultado de sus actividades. A la vez, la escorrentía superficial tiene impactos
ecológicos sobre las comunidades que viven bajo el suelo. Un reciente artículo
publicado en Global Ecology and Biogeography (Orgiazzi & Panagos, 2018), ha
profundizado en este asunto, que hasta ahora no había sido abordado en detalle.
Además, desarrollan un nuevo factor para incluir en la modelización de la
erosión (en la ecuación RUSLE), el “factor de lombrices”, que se basa en la
riqueza y la abundancia en el suelo de estos organismos.
Para más información:
Orgiazzi, A.; Panagos, P.; 2018. Soil biodiversity and soil
erosion: It is time to get married. Global Ecology and Biogeography, 1-13. DOI:
10.1111/geb.12782
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