El agua, del latín aqua, “es una sustancia formada por la combinación de un volumen de oxígeno y dos de hidrógeno, líquida, inodora, insípida, en pequeña cantidad incolora y verdosa o azulada en grandes masas. Es el componente más abundante de la superficie terrestre y más o menos puro, forma la lluvia, las fuentes, los ríos y los mares; es parte constituyente de todos los organismos vivos y aparece en compuestos naturales; y, como agua de cristalización, en muchos cristales” (diccionario de la R.A.E.).
Es un compuesto de gran importancia en la cultura y en la filosofía. Tal es así, que la Revista de Occidente, editada por la Fundación José Ortega y Gasset, le dedicó un número monográfico titulado “Los sentidos del agua” (nº 306, noviembre 2006). En este ejemplar, Jorge Lozano lo destaca como elemento vital, que es lo primero en todas las civilizaciones. Por ejemplo, en el primer capítulo del Génesis se dice “haya un firmamento en medio de las aguas, que las esté separando unas de otras”; igualmente en el Corán, aparece que “todo lo que vive en la tierra fue creado por el agua”. También en las civilizaciones egipcias y aztecas el agua es el origen de la vida.
Para Goethe “el alma del hombre se parece al agua”, y para Brodski “el agua es tiempo”. Pero termino destacando lo que nos dice María Zambrano: “la palabra es agua”.
¿Y qué es si no este humilde blog, más que palabra y agua?
No hay comentarios:
Publicar un comentario