miércoles, 10 de diciembre de 2008

Suecia es...sostenibilidad

La visión de un estudiante forestal Erasmus
por Fernando González
Es impensable en Suecia cualquier actividad que, de una forma deliberada, ponga en peligro el equilibrio de los distintos ecosistemas y del medio ambiente en general. Se puede decir que la vida de los suecos se encuentra en perfecto equilibrio con la naturaleza aunque eso no significa quitarle sabor a sus vidas.





















Vamos a analizar el porqué de que este deseado equilibrio, que al resto de la humanidad le cuesta tanto conseguir.
El petróleo y otros combustibles fósiles son uno de los ejemplos más claros en el manejo de los recursos naturales que diferencia a Suecia del resto del mundo.
Comencemos con un poco de historia. Desde la antigüedad el petróleo aparecía de forma natural en ciertas regiones terrestres como son los países de Oriente Medio. Hace 6.000 años en Asiria y en Babilonia se usaba para pegar ladrillos y piedras, en medicina y en el calafateo de embarcaciones; en Egipto, para engrasar pieles; las tribus precolombinas de México pintaron esculturas con él; y los chinos ya lo utilizaban como combustible. La aparición de los motores de combustión interna abrió nuevas e importantes perspectivas en la utilización del petróleo, sobre todo en uno de los productos derivados, la gasolina, que hasta entonces había sido desechada por completo al no encontrarle ninguna aplicación práctica.
Después de todo el gran desarrollo que se dio gracias al uso de este producto como combustible, se descubrió que debido a la quema de enormes cantidades de este producto, algo en el medio ambiente estaba cambiando. No era otra cosa que el conocido Efecto Invernadero.
Este problema está muy presente en la sociedad, y son muchos los esfuerzos que se hacen por frenarlo. Muchos de estos esfuerzos solo se quedan en palabras que utilizan los políticos para hacer propaganda electoral.
Los suecos tienen el ambicioso objetivo de reducir por completo las emisiones de CO2, algo inimaginable por completo en otras sociedades, que consideran esto como una empresa del todo imposible de conseguir en el futuro más cercano, pero que los suecos con valentía están intentando y que va por muy buen camino en ciudades como Växjö.
Los puntos más complicados de esta estrategia energética están en el transporte y la calefacción, campos donde se están poniendo los mayores esfuerzos.
Por ejemplo el Koenigsegg CCXR, un coche superdeportivo de una empresa sueca que, aparte de batir el record del mundo de velocidad en deportivos, es “curiosamente” propulsado por biocombustibles.
Se puede decir que, además de cuidar el medio ambiente, las empresas suecas que apuestan por la sostenibilidad, desean hacerlo a lo grande para impresionar al resto del mundo y demostrar que sí se puede llegar a un equilibrio.
A partir de este ejemplo, podemos estudiar algunos de los rasgos culturales más importantes de los suecos. Podemos destacar:
Amor por la naturaleza. Y con esto me refiero a que sienten la naturaleza en su piel, como una parte más de su cuerpo. Como si el quitarles su trocito de tierra con su casita al lado del lago, supusiera el quitarles también una parte de su cuerpo, que desempeña su función como cualquier otro miembro del cuerpo humano.
Hablando de ecologismo, no debemos confundir el respeto a la naturaleza con un ecologismo sin sentido que a veces podemos ver en los medios de comunicación.
El mejor ejemplo lo podemos comparar a lo que dice Michael Parenti sobre el Superpatriotismo, que es la tendencia de poner orgullo nacional y supremacía sobre otras consideraciones públicas y étnicas y de seguir a los líderes nacionales sin criticarlos en sus relaciones con otros países.
Algo así es el ecologismo sin sentido: personas que, sin tener los mínimos estudios y conocimientos de ecología, se empeñan en conseguir fines, supuestamente en defensa de la naturaleza, sin pensar ni las consecuencias que pueden tener sus acciones ni en si realmente esos fines son tan “ecológicos” como ellos dicen. Muchas veces puede ocurrir que en realidad estén haciendo más daño a la naturaleza que salvándola de una súper catástrofe provocada por el ser humano.
Afortunadamente, a mi parecer, no existen grupos ecologistas tan radicales en Suecia, debido a otro rasgo cultural de la sociedad sueca, que es el evitar el enfrentamiento y la búsqueda constante de consenso. Este rasgo cultural, que a veces puede resultar un poco chocante, resulta muy útil, en mi opinión, a la hora de intentar resolver un problema, como son los que pueden existir a la hora de la gestión de los recursos naturales.
Esto me lleva a explicar el segundo rasgo cultural que voy a exponer, que es su naturaleza introvertida y el miedo a lo extraño.
Hace poco pude conocer un poco sobre política sueca. No es el objetivo de este trabajo el hablar de política sueca, pero el hecho es que hubo algo que me llamó mucho la atención y que puede enriquecer este ensayo.
Descubrí que en Suecia existen partidos “verdes”, aunque no son muy votados en las elecciones. Pero lo más interesante de estos partidos es que no puedes pertenecer a ellos si no eres sueco (según las fuentes que me informaron de esto).
Con lo cual se plantea otro postulado: los suecos aman tanto sus bosques que temen perderlos si los dejan en manos extranjeras.
Aquí vemos claramente un conflicto entre distintas culturas, derivado del hecho de que desde hace bastantes años se esté produciendo una inmigración a Suecia desde otros países.
Es cierto que hay un choque de culturas, pero es interesante ver como los suecos defienden lo que más valoran, que son sus bosques, y evitan ponerlos en manos de personas ajenas a una tradición ancestral.
Por último, el espíritu de superación y la naturaleza trabajadora de los suecos que se traduce en la gran competencia a nivel mundial de las empresas suecas en cuanto a tecnología y productividad se refiere.
También es un rasgo cultural la forma de trabajar en Suecia, diferente a la forma de trabajar en otras partes del mundo, que refuerza el sentimiento de pertenencia a una misma sociedad, la sociedad sueca, diferente a cualquier otra. Como ejemplo podemos destacar los horarios flexibles, la posibilidad de trabajar desde casa, las facilidades cuando un trabajador está enfermo o las bajas por paternidad y maternidad.
Es digno de destacar también la moderna tecnología que se utiliza en Suecia y el nivel de riqueza del país. Esto puede deberse, como decía antes, a su naturaleza trabajadora, pero es innegable que Suecia no se ha visto involucrada directamente en ninguna guerra en las últimas dos centurias y que no ha sufrido guerras en su propio territorio, con lo que el desarrollo en los últimos tiempos ha sido mucho más favorable a este país que a otros muchos.
Para concluir el ensayo, unas breves líneas resumiendo lo anteriormente expuesto:
Estas tres características de la personalidad, estos tres rasgos culturales, se traducen en el nivel del manejo de los recursos naturales, en una gran productividad de las empresas suecas, respetando en todo momento el medio ambiente. Además en dichas empresas se utiliza una forma de trabajar que podríamos definir como típicamente suecas; por lo tanto descubrimos que no les gusta incorporar nuevas ideas de la mano de entornos ajenos a esta realidad de Suecia
Podemos decir, en relación a estos rasgos culturales suecos, que Suecia no se pone del lado de los inmigrantes que llegan a sus fronteras, no tiene alteridad con ellos, es más, se ve con cierto miedo la llegada de nuevas culturas a la sociedad sueca que pueden destruir el delicado equilibrio que les ha costado tanto construir, y que pueden profanar los valores que tan profundamente están arraigados en los suecos nativos.
Sin embargo hacen todo lo posible por tratar de una manera respetuosa el medio ambiente que les rodea, y eso incluye a todos los seres vivos, incluidas las personas, que también son seres vivos.
Podemos ver incluso en esta última parte como Suecia está llena de contradicciones: por un lado se ve muy bien como la política en cuanto a manejo de los recursos naturales es muy respetuosa e intenta cambiar la tecnología obsoleta por una más moderna y cuidadosa con la naturaleza, es decir, es un espíritu de cambio y renovación. Pero por otra parte los pilares básicos de la cultura sueca no se quieren cambiar, en el sentido de la introducción en sus vidas de costumbres de otras culturas en relación a la inmigración.
¿Podríamos decir que Suecia es el Jardín del Edén, el paraíso soñado del que fuimos arrojados por el pecado de Adán y Eva y que siempre el ser humano ha tenido el anhelo de recuperar?
¿Son los suecos y su forma de ser el prototipo de la persona civilizada, equilibrada y sostenible del siglo XXI?
Preguntas que quedan a juicio del lector, pero lo que sí podemos tomar como ejemplo es ese deseo de lograr un mundo sostenible, donde la ultima tecnología es posible y hace posible el respeto al medio ambiente tan importante hoy en día.


martes, 9 de diciembre de 2008

La Oasificación en la Semana de Cine Ecológico de Ávila

Texto de Ávila Digital.
Entre el 9 y el 18 de diciembre, el auditorio de San Francisco será el escenario del ciclo ‘Naturalmente cine’.
Durante estos días, se proyectarán tres documentales –‘Los reyes del ártico’ el día 18 de diciembre, ‘Tierra’ el día 9, y ‘Nómadas del viento’ el día 14-, una película de animación –‘La familia Robinson’ el día 14- y un largometraje –‘Whale Rider’ el día 10-. Todas se podrán ver gratuitamente a las 20 horas, excepto la película infantil, que será a las 12 del mediodía.
Los filmes se completan con tres conferencias. Jorge Mongil, profesor de la Universidad Católica, hablará, el martes día 9, sobre ‘Oasificación: la lucha contra la expansión de los desiertos’. El jueves será el turno de Álvaro Picardo, de la Dirección General del Medio Natural de la Junta, quien analizará los valores ambientales de la Comunidad. Por último, el 15 de diciembre, Gabriel Sierra, miembro de la junta directiva de SEO/BirdLife, profundizará sobre la importancia de la conservación de las aves.
“Nueva andadura”Este ciclo sustituye a la Semana de Cine Ecológico, que se celebró con este nombre hasta el año pasado y que tenía, originalmente, en su organización al Colectivo Cantueso, que se retiró de la misma hace dos años.
La organización corresponde ahora a la empresa Sylvatica, a la que se ha concedido recientemente la gestión de los dos centros medioambientales de la ciudad de Ávila. Se trata de “una nueva andadura, pero tenemos intención de que se consolide en el tiempo”, asegura el alcalde de Ávila, Miguel Ángel García Nieto. “Ya estamos pensando en nuevas iniciativas para el próximo año”.