La Diputación, como institución, y Daniel de la Sota, como personaje, son los principales impulsores de ese plan de repoblación y el hilo conductor de la narración de esos treinta años históricos. El organismo provincial se presenta así como una institución pionera, atrevida y comprometida, «capaz de jugarse su prestigio y de apostar por un proyecto de futuro, convencida del éxito final». Y de De la Sota, se dibuja como el hombre que se adelantó a su tiempo y propició una repoblación modélica con la colaboración de Rafael Areses.
Precisamente, el libro de López Torre empieza el 3 de enero de 1927, cuando se planta el primer árbol del proyecto elaborado por el ingeniero más prestigioso de la época, Rafael Areses, por encargo de Daniel de la Sota tras su designación como presidente de la Diputación. Y acaba el 11 de febrero de 1958 cuando fallece el propio De la Sota, que pudo ver antes de morir como su proyecto más querido acabó por convertirse en realidad.
Ese mismo año, el consejo de administración de la Empresa Nacional de Celulosas anunciaba la subasta de las obras de la fábrica en Lourizán, que entraría en funcionamiento cinco años más tarde.
El blog de Forestman
Rafael Picó fue el presidente provincial de referencia en los años 40, cuando se crea un consorcio con el Estado y más ayuntamientos que se incorporan y ceden sus montes. En 1946, Pontevedra ya encabeza el ránking de la reforestación en España con 4.777 hectáreas.
El libro desvela toda la trama que hubo detrás del establecimiento en Lourizán del Centro Regional de Enseñanzas, Investigación y Experiencias Forestales, un proyecto que empezó como nuevo hogar provincial y acabó modificándose y transformándose en un centro experimental de primer orden.
También recoge el despegue del Centro Forestal de Lourizán en los años 50, con Fernando Molina de director, que se convierte en el alma mater de este desarrollo. Entonces, comienza a ejecutarse su Arboreto y entra en funcionamiento la Escuela de Capataces.
La última parte del libro se corresponde con el mandato presidencial en la Diputación de Luis Rocafort en los años 50, que es el momento de la gran eclosión forestal que desemboca en la industrialización, según explicó Rafa López en su resumen de presentación del libro.
Entre 1951 y 1954 se repueblan tantas hectáreas como en los 25 años anteriores y Pontevedra vuelve a situarse entre las provincias españolas más activas. La Misión Biológica encabeza en 1955 un plan de mejora y regeneración del Castaño que consagra a Ernesto Viéitez como gran investigador reconocido por loa FAO. Y en 1956 la Diputación crea su primer plan integral de lucha contra los incendios para afrontar las grandes quemas de años anteriores.
Fuentes: La Voz de Galicia y Portal Forestal