jueves, 21 de diciembre de 2017
martes, 19 de diciembre de 2017
Los alumnos del Máster en Ingeniería Agronómica de la UCAV visitan lugares de interés hidrológico de la provincia de Ávila
Los alumnos de la asignatura Gestión de Recursos Hídricos y Conservación de Suelos del Máster en Ingeniería Agronómica de la Universidad Católica de Ávila (UCAV) han realizado una salida de prácticas dirigida por el profesor Jorge Mongil. La salida ha servido para afianzar los contenidos vistos en clase, así como para conocer in situescenarios de erosión de suelos y planificación hidrológica.
La visita recorrió varios municipios de la provincia. En Blascosancho, por ejemplo, examinaron el encauzamiento de su arroyo, y vieron las razones para realizar este tipo de obras, los inconvenientes y ventajas que suponen, así como diferentes aspectos de su diseño. En esta misma localidad, observaron la zona de cárcavas próxima al río Adaja, en la que estudiaron los factores y causas de las diferentes formas de erosión (laminar, en regueros, en cárcavas, en cauces y movimientos en masa), en relación con los tipos de suelos presentes en el lugar. Así mismo, analizaron las posibles medidas a tomar para luchar contra los problemas erosivos, que fundamentalmente pasan por la restauración de la cubierta forestal.
En Las Berlanas recordaron la riada que arrasó buena parte del barrio de El Burgo de esta localidad, el 29 de agosto de 1959, en la que murieron dos personas. Así, aprovecharon para exponer las principales causas de las inundaciones, su frecuencia y riesgos, así como su relación con los cambios de usos del suelo. También tuvieron oportunidad de analizar las ventajas e inconvenientes de los trabajos de dragado y rectificación de ríos, actuaciones sobre las que el río Berlanas es uno de los más claros ejemplos de nuestra provincia.
Por último, los alumnos visitaron dos presas importantes de regulación de los caudales del río Adaja, como son el azud de Zorita de los Molinos (Mingorría) y la presa del Castro de las Cogotas, en las que se explicaron, entre otros aspectos, las características constructivas, los impactos de las grandes presas o las medidas para facilitar el desplazamiento de la fauna piscícola (pasos y escalas para peces).
La visita recorrió varios municipios de la provincia. En Blascosancho, por ejemplo, examinaron el encauzamiento de su arroyo, y vieron las razones para realizar este tipo de obras, los inconvenientes y ventajas que suponen, así como diferentes aspectos de su diseño. En esta misma localidad, observaron la zona de cárcavas próxima al río Adaja, en la que estudiaron los factores y causas de las diferentes formas de erosión (laminar, en regueros, en cárcavas, en cauces y movimientos en masa), en relación con los tipos de suelos presentes en el lugar. Así mismo, analizaron las posibles medidas a tomar para luchar contra los problemas erosivos, que fundamentalmente pasan por la restauración de la cubierta forestal.
En Las Berlanas recordaron la riada que arrasó buena parte del barrio de El Burgo de esta localidad, el 29 de agosto de 1959, en la que murieron dos personas. Así, aprovecharon para exponer las principales causas de las inundaciones, su frecuencia y riesgos, así como su relación con los cambios de usos del suelo. También tuvieron oportunidad de analizar las ventajas e inconvenientes de los trabajos de dragado y rectificación de ríos, actuaciones sobre las que el río Berlanas es uno de los más claros ejemplos de nuestra provincia.
Por último, los alumnos visitaron dos presas importantes de regulación de los caudales del río Adaja, como son el azud de Zorita de los Molinos (Mingorría) y la presa del Castro de las Cogotas, en las que se explicaron, entre otros aspectos, las características constructivas, los impactos de las grandes presas o las medidas para facilitar el desplazamiento de la fauna piscícola (pasos y escalas para peces).
martes, 12 de diciembre de 2017
Cuando las encinas quisieron echar a andar
Una de las consecuencias de la erosión hídrica de los suelos es la pérdida de la base de sustentación de las raíces de las plantas. Es decir, el suelo deja de servir de soporte físico para las plantas, quedando las raíces al descubierto. De hecho podría cuantificarse la pérdida de suelo, midiendo la profundidad de raíces que quedan fuera del suelo.
Aquí dejamos unas fotos de ejemplo, del norte de la provincia de Ávila. Las fotos son de Antonio Jiménez.
lunes, 11 de diciembre de 2017
IV Reunión del Grupo de Hidrología Forestal de la SECF (1ª Circular)
Con el lema "Hidrología Forestal al servicio de la Sociedad", se celebrará del 26 al 28 de junio de 2018 la IV Reunión del Grupo de Hidrología Forestal de la Sociedad Española de Ciencias Forestales.
La Hidrología Forestal se ha preocupado desde siempre de proteger a nuestra sociedad. Por un lado, mediante la restauración de cuencas, cursos y masas de agua, el control de la torrencialidad, los aludes, las dunas volantes, la protección y conservación de suelos y la regeneración de masas forestales y bosques. Su objetivo es defender poblaciones, infraestructuras, regular el régimen hidrológico del territorio, frenar los procesos erosivos y reconstituir los bosques y el suelo fértil desaparecidos por la desertificación de nuestro territorio y la torrencialidad de nuestras lluvias. Hoy en día, la Hidrología Forestal continua buscando el servicio a nuestra sociedad, analizando el papel de nuestros bosques en las relaciones con el agua y los recursos hídricos, en el control de las inundaciones, en la calidad de las aguas y del suelo, en la creación de hábitat y paisaje, de recursos naturales aprovechables. Trabaja con empeño en mantener un medio natural sano y equilibrado capaz de satisfacer las necesidades de los usuarios de las cuencas, ya sean personas o naturaleza. La Hidrología Forestal es una disciplina con vocación de servicio, una disciplina solidaria con las personas, el medio natural. La IV Reunión del Grupo de Hidrología Forestal de la SECF tenemos como objetivo poner en común los resultados de los últimos años en esta materia, así como la utilidad de herramientas y modelos para trabajar con más eficiencia. Nuestro reto seguir sirviendo y aportando soluciones a problemas hidrológicos complejos y devolver al territorio un sano y equilibrado régimen hidrológico con la atenuación y control de los procesos devastadores que castigan nuestro territorio, haciendo especial hincapié en el papel del bosque protector.
COORDINAN:
Joaquín Navarro Hevia
Profesor de Hidrología Forestal y Proyectos de la ETSIIAA de Palencia
Francisco Javier Sanz Ronda
Profesor de Hidráulica y de Gestión de la Pesca de la ETSIIAA de Palencia
Jorge Mongil Manso
Profesor de Hidrología Forestal de la UCAV
Asier Sáiz Rojo
Profesor de Economía de la UVa y Director de ITAGRA
COMITÉ CIENTIFICO:
Carolina Martínez Santamaría UPM
La Hidrología Forestal se ha preocupado desde siempre de proteger a nuestra sociedad. Por un lado, mediante la restauración de cuencas, cursos y masas de agua, el control de la torrencialidad, los aludes, las dunas volantes, la protección y conservación de suelos y la regeneración de masas forestales y bosques. Su objetivo es defender poblaciones, infraestructuras, regular el régimen hidrológico del territorio, frenar los procesos erosivos y reconstituir los bosques y el suelo fértil desaparecidos por la desertificación de nuestro territorio y la torrencialidad de nuestras lluvias. Hoy en día, la Hidrología Forestal continua buscando el servicio a nuestra sociedad, analizando el papel de nuestros bosques en las relaciones con el agua y los recursos hídricos, en el control de las inundaciones, en la calidad de las aguas y del suelo, en la creación de hábitat y paisaje, de recursos naturales aprovechables. Trabaja con empeño en mantener un medio natural sano y equilibrado capaz de satisfacer las necesidades de los usuarios de las cuencas, ya sean personas o naturaleza. La Hidrología Forestal es una disciplina con vocación de servicio, una disciplina solidaria con las personas, el medio natural. La IV Reunión del Grupo de Hidrología Forestal de la SECF tenemos como objetivo poner en común los resultados de los últimos años en esta materia, así como la utilidad de herramientas y modelos para trabajar con más eficiencia. Nuestro reto seguir sirviendo y aportando soluciones a problemas hidrológicos complejos y devolver al territorio un sano y equilibrado régimen hidrológico con la atenuación y control de los procesos devastadores que castigan nuestro territorio, haciendo especial hincapié en el papel del bosque protector.
COORDINAN:
Joaquín Navarro Hevia
Profesor de Hidrología Forestal y Proyectos de la ETSIIAA de Palencia
Francisco Javier Sanz Ronda
Profesor de Hidráulica y de Gestión de la Pesca de la ETSIIAA de Palencia
Jorge Mongil Manso
Profesor de Hidrología Forestal de la UCAV
Asier Sáiz Rojo
Profesor de Economía de la UVa y Director de ITAGRA
Juan Manuel Díez Hernández
Profesor de Hidráulica e Hidrología de la ETSIIAA de Palencia
Andrés Martínez de Azagra Paredes
Profesor de Hidráulica e Hidrología de la ETSIIAA de Palencia
Francisco Javier Bravo Córdoba
Investigador del Grupo de Geohidráulica Aplicada-UVa
Carolina Martínez Santamaría UPM
Virginia Díaz Gutiérrez. GhyC; FW&S
Jorge Mongil Manso UCAV; GhyC; FW&S
José Carlos Robredo Sánchez UPM
Anastasio Fernández Yuste UPM
Rubén Fernández de Villarán San Juan UHU
Francisco Javier Sanz Ronda UVa
Francisco Javier Bravo Córdoba UVa
Joaquín Navarro Hevia UVa; FW&S
Antonio del Campo García UPV
Alberto García Prats UPV
Asier Saiz Rojo ITAGRA
Juan Carlos Giménez Fernández UEx
Manuel Esteban Lucas Borja UCLM
Jorge Mongil Manso UCAV; GhyC; FW&S
José Carlos Robredo Sánchez UPM
Anastasio Fernández Yuste UPM
Rubén Fernández de Villarán San Juan UHU
Francisco Javier Sanz Ronda UVa
Francisco Javier Bravo Córdoba UVa
Joaquín Navarro Hevia UVa; FW&S
Antonio del Campo García UPV
Alberto García Prats UPV
Asier Saiz Rojo ITAGRA
Juan Carlos Giménez Fernández UEx
Manuel Esteban Lucas Borja UCLM
Igor Rapp Arrarás UHU
jueves, 30 de noviembre de 2017
Visual soil evaluation-a key tool for better management of risks to soils
A new review of the potential uses of visual soil evaluation (VSE) shows how this tool can be used to indicate risks of erosion, compaction, greenhouse gas emission or storage and surface-water run-off. Assessing soils in this way is not only useful for agriculture, but has implications for the wider environment, due to the vital role that soil plays in the provision of ecosystem services, for example as a habitat for biodiversity and as a carbon sink.
Soil structure — the spatial arrangement of soil particles and pores (empty spaces) — provides physical habitat for soil organisms, and controls many functions associated with ecosystem services, for example by storing water and allowing plants to grow. Soil’s ability to withstand and recover from stresses (stability and resilience) is also an important aspect of soil structure, as it determines the risk of compaction, which inhibits plant growth and other life. Soil degradation in the EU could cost up to €38 billion per year, according to the EU’s Thematic Strategy for Soil Protection (1). Measures to protect soils, and the functions they perform, are part of the Seventh Environment Action Programme (2).
VSE offers a method of assessing the quality of soil structure, which is not static (such as soil texture), but changes due to external influences, including weather, penetration of plant roots and human activity, such as tillage or driving of vehicles. VSE is mainly used by agricultural advisors and farmers to assess and inform soil management techniques. Requiring no special equipment, it is a simple and cheap tool.
Despite the use of manuals and scales in the evaluation process, one limitation of VSE is considered to be subjective interpretation, as compared to assessing the detailed information offered by computed tomography (CT) imaging, for example. Nevertheless, the researchers behind this paper argue that VSE can provide a crucial tool for monitoring soils, and provide an in-depth review of opportunities and future directions for the technique, based on a 2014 workshop attended by scientists from the ISTRO (International Soil Tillage Research Organization).
Many different VSE methods have been proposed. These techniques generally assess the depth of natural and anthropogenic soil layers, the spatial arrangement and size distribution of soil particles, the strength of the soil, its visible porosity, and, sometimes, colour and earthworm population, amongst other variables. Some methods incorporate a soil-quality index, such as the commonly used ‘Visual Soil Assessment’ method (3). The different features assessed offer information on how well different plants will grow in the soil, its potential as biological habitat and how nutrients will be cycled in the soil. For example, features such as cloddy structure and surface ponding give clues as to how water drains from the soil. Some VSE studies have shown significant correlations between soil structure and crop yield (4), while others provide useful tools to assess soil recovery after heavy compaction (5).
A useful future application of VSE would be to expand soil analysis by including remote sensing. Where areas of degraded soil have been identified with remote sensing techniques — by drone, for example — VSE could be used for further, detailed investigation. This would be particularly useful for precision farming (6), the researchers suggest, where agricultural inputs (e.g. fertilisers, pesticides or irrigation) are related to soil variables. Furthermore, integrating VSE with mobile device apps could make soil-quality scoring easy to compile and transmit to experts online.
Analysis can also indicate the ability of a soil to store carbon, release greenhouse gases and lose nutrients — and, therefore, has relevance for climate change science. For instance, VSE has been used to estimate risk of soil emissions of nitrous oxide from compacted pastures where high levels of fertiliser have been applied. Assessment can also indicate the risk of surface-water run-off and nutrient loss.
Data from VSE before and after tillage could be used to build models of the effect of the process on soil structure, the researchers suggest. In particular, better understanding is needed of compaction from the use of large farm machinery, which is a major threat to soils, as it can limit plant growth and crop productivity. VSE, in combination with granular matter physics, could help scientists understand the mechanics of tilled soil layers, say the researchers, which can then inform farm practices and policy aimed at protecting soils. Combining the low-tech VSE tool with other technologies could, therefore, assist in better management of agricultural soils and improve soil protection in Europe.
Soil structure — the spatial arrangement of soil particles and pores (empty spaces) — provides physical habitat for soil organisms, and controls many functions associated with ecosystem services, for example by storing water and allowing plants to grow. Soil’s ability to withstand and recover from stresses (stability and resilience) is also an important aspect of soil structure, as it determines the risk of compaction, which inhibits plant growth and other life. Soil degradation in the EU could cost up to €38 billion per year, according to the EU’s Thematic Strategy for Soil Protection (1). Measures to protect soils, and the functions they perform, are part of the Seventh Environment Action Programme (2).
VSE offers a method of assessing the quality of soil structure, which is not static (such as soil texture), but changes due to external influences, including weather, penetration of plant roots and human activity, such as tillage or driving of vehicles. VSE is mainly used by agricultural advisors and farmers to assess and inform soil management techniques. Requiring no special equipment, it is a simple and cheap tool.
Despite the use of manuals and scales in the evaluation process, one limitation of VSE is considered to be subjective interpretation, as compared to assessing the detailed information offered by computed tomography (CT) imaging, for example. Nevertheless, the researchers behind this paper argue that VSE can provide a crucial tool for monitoring soils, and provide an in-depth review of opportunities and future directions for the technique, based on a 2014 workshop attended by scientists from the ISTRO (International Soil Tillage Research Organization).
Many different VSE methods have been proposed. These techniques generally assess the depth of natural and anthropogenic soil layers, the spatial arrangement and size distribution of soil particles, the strength of the soil, its visible porosity, and, sometimes, colour and earthworm population, amongst other variables. Some methods incorporate a soil-quality index, such as the commonly used ‘Visual Soil Assessment’ method (3). The different features assessed offer information on how well different plants will grow in the soil, its potential as biological habitat and how nutrients will be cycled in the soil. For example, features such as cloddy structure and surface ponding give clues as to how water drains from the soil. Some VSE studies have shown significant correlations between soil structure and crop yield (4), while others provide useful tools to assess soil recovery after heavy compaction (5).
A useful future application of VSE would be to expand soil analysis by including remote sensing. Where areas of degraded soil have been identified with remote sensing techniques — by drone, for example — VSE could be used for further, detailed investigation. This would be particularly useful for precision farming (6), the researchers suggest, where agricultural inputs (e.g. fertilisers, pesticides or irrigation) are related to soil variables. Furthermore, integrating VSE with mobile device apps could make soil-quality scoring easy to compile and transmit to experts online.
Analysis can also indicate the ability of a soil to store carbon, release greenhouse gases and lose nutrients — and, therefore, has relevance for climate change science. For instance, VSE has been used to estimate risk of soil emissions of nitrous oxide from compacted pastures where high levels of fertiliser have been applied. Assessment can also indicate the risk of surface-water run-off and nutrient loss.
Data from VSE before and after tillage could be used to build models of the effect of the process on soil structure, the researchers suggest. In particular, better understanding is needed of compaction from the use of large farm machinery, which is a major threat to soils, as it can limit plant growth and crop productivity. VSE, in combination with granular matter physics, could help scientists understand the mechanics of tilled soil layers, say the researchers, which can then inform farm practices and policy aimed at protecting soils. Combining the low-tech VSE tool with other technologies could, therefore, assist in better management of agricultural soils and improve soil protection in Europe.
3. Shepherd, T.G. (2009). Visual
Soil Assessment. Field Guide for Pastoral Grazing and Cropping on
Flat to Rolling Country(2nd edition), vol. 1. Horizons Research
Council, Palmerston.
4. e.g. Munkholm, L.J., et al.
(2013). Long-term rotation and tillage effects on soil structure and crop
yield. Soil & Tillage Research, 127: 85–91.
5. Boizard, H., et al.
(2013). Using a morphological approach to evaluate the effect of traffic and
weather conditions on the structure of a loamy soil in reduced tillage. Soil &
Tillage Research, 127: 34–44.
Source: Guimarães, R.M.L., et al.
(2017). Opportunities and future directions for visual soil evaluation methods
in soil structure research. Soil & Tillage Research, in press.
DOI:10.1016/j.still.2017.01.016.
Los suelos de los sabinares absorben grandes cantidades de CO2
Los suelos de los bosques de sabinas tienen una mayor capacidad de retención de dióxido de carbono (CO2) que los propios árboles. Esta característica está derivada, según un estudio desarrollado por la Universidad de Valladolid en la provincia de Soria, por la materia orgánica en descomposición que queda bajo la copa de estas cupresáceas. Los sabinares pueden actuar como reservorios para retirar de la atmósfera este tipo de gas de efecto invernadero.
La historia de la agricultura está asociada al uso por parte del ser humano de los suelos más ricos en nutrientes para su propio provecho. Los suelos que soportan los cultivos necesitan una profundidad de suelo grande que provea de nutrientes a estas especies vegetales domesticadas. En esta lucha contra la naturaleza, se ha producido una retirada de los bosques que ocupaban estos suelos profundos. Así, durante centurias han desaparecido de la península Ibérica encinares, pinares u otros bosques autóctonos para ampliar los campos de cultivo.
Algunas especies han podido sobrevivir en suelos menos profundos; una de ellas, la sabina (Juniperus thurifera). En terrenos con horizontes poco potentes, a veces inferiores a treinta centímetros hasta la roca madre, este árbol de hoja perenne y tamaño no mayor de diez metros, crece de una forma tortuosa, retorciendo su tronco. Bajo sus ramas, la especie deja un terreno rico en materia orgánica, generalmente con su propia hojarasca.
Suelos pobres, pero con capacidad
El grupo de investigación Suelo, Vegetación y Modelización (Suvemo) de la Universidad de Valladolid, ha medido la capacidad de los sabinares en la captura de CO2, tanto en la masa forestal como en el suelo. En sus observaciones, realizadas en parcelas situadas en la provincia de Soria, han registrado que el suelo dispone de más carbono que el almacenado en las copas. El trabajo ha sido publicado recientemente en la revista Forests. Estos suelos son generalmente calcáreos, pobres para la agricultura pero con características medioambientales muy interesantes desde el punto de vista de la gestión forestal.
El estudio tuvo en cuenta diámetros de los ejemplares, sexos de los árboles y los suelos de las proyecciones de las copas y así como el fraccionamiento de las formas orgánicas, entre otros parámetros. Las investigaciones demostraron que en los suelos de los sabinares dominan formas orgánicas estables a la biodegradación, como son las denominadas huminas.
Quedan sabinares como bosques aislados en la península Ibérica y el norte de África, generalmente en terrenos abruptos. La mayor parte de estos reductos se localizan en el entorno del sistema Ibérico, como en las provincias de Soria y Teruel.
La historia de la agricultura está asociada al uso por parte del ser humano de los suelos más ricos en nutrientes para su propio provecho. Los suelos que soportan los cultivos necesitan una profundidad de suelo grande que provea de nutrientes a estas especies vegetales domesticadas. En esta lucha contra la naturaleza, se ha producido una retirada de los bosques que ocupaban estos suelos profundos. Así, durante centurias han desaparecido de la península Ibérica encinares, pinares u otros bosques autóctonos para ampliar los campos de cultivo.
Algunas especies han podido sobrevivir en suelos menos profundos; una de ellas, la sabina (Juniperus thurifera). En terrenos con horizontes poco potentes, a veces inferiores a treinta centímetros hasta la roca madre, este árbol de hoja perenne y tamaño no mayor de diez metros, crece de una forma tortuosa, retorciendo su tronco. Bajo sus ramas, la especie deja un terreno rico en materia orgánica, generalmente con su propia hojarasca.
Suelos pobres, pero con capacidad
El grupo de investigación Suelo, Vegetación y Modelización (Suvemo) de la Universidad de Valladolid, ha medido la capacidad de los sabinares en la captura de CO2, tanto en la masa forestal como en el suelo. En sus observaciones, realizadas en parcelas situadas en la provincia de Soria, han registrado que el suelo dispone de más carbono que el almacenado en las copas. El trabajo ha sido publicado recientemente en la revista Forests. Estos suelos son generalmente calcáreos, pobres para la agricultura pero con características medioambientales muy interesantes desde el punto de vista de la gestión forestal.
El estudio tuvo en cuenta diámetros de los ejemplares, sexos de los árboles y los suelos de las proyecciones de las copas y así como el fraccionamiento de las formas orgánicas, entre otros parámetros. Las investigaciones demostraron que en los suelos de los sabinares dominan formas orgánicas estables a la biodegradación, como son las denominadas huminas.
Quedan sabinares como bosques aislados en la península Ibérica y el norte de África, generalmente en terrenos abruptos. La mayor parte de estos reductos se localizan en el entorno del sistema Ibérico, como en las provincias de Soria y Teruel.
jueves, 23 de noviembre de 2017
Visita del profesor Dimitrios Myronidis
Los pasados días 21 y 22 de noviembre, la UCAV ha recibido la visita del profesor de la Universidad de Tesalónica Dimitrios Myronidis. Este docente e investigador griego experto en hidrología y gestión de recursos hídricos, ha realizado una estancia en nuestra ciudad gracias a una beca Erasmus+, gestionada por el Servicio de Relaciones Internacionales, accediendo a la invitación cursada por Jorge Mongil, profesor de la UCAV.
El doctor Myronidis ha impartido tres seminarios, sobre los efectos del cambio climático en los recursos hídricos, el balance hídrico de Thornthwaite y Matter y las post-evaluación de inundaciones, a los que asistieron –de forma presencial y por videoconferencia- alumnos y profesores de los másteres y grados forestales, agrícolas y ambientales que se imparten en la Universidad. La respuesta frente a eventos climáticos extremos cada vez más recurrentes, como son las sequías o las inundaciones catastróficas, suponen un reto para los hidrólogos europeos, especialmente en los países de la cuenca mediterránea.
Así mismo, ha sido objetivo fundamental de esta visita la formalización de relaciones entre ambas universidades, para el intercambio de alumnos, profesores y personas de administración y servicios mediante el programa Erasmus. Igualmente, se han explorado las posibilidades para la participación conjunta en proyectos de investigación europeos, sobre hidrología forestal y erosión del suelo, líneas en las que trabaja el grupo de investigación de Hidrología y Conservación de la UCAV.
El doctor Myronidis ha impartido tres seminarios, sobre los efectos del cambio climático en los recursos hídricos, el balance hídrico de Thornthwaite y Matter y las post-evaluación de inundaciones, a los que asistieron –de forma presencial y por videoconferencia- alumnos y profesores de los másteres y grados forestales, agrícolas y ambientales que se imparten en la Universidad. La respuesta frente a eventos climáticos extremos cada vez más recurrentes, como son las sequías o las inundaciones catastróficas, suponen un reto para los hidrólogos europeos, especialmente en los países de la cuenca mediterránea.
Así mismo, ha sido objetivo fundamental de esta visita la formalización de relaciones entre ambas universidades, para el intercambio de alumnos, profesores y personas de administración y servicios mediante el programa Erasmus. Igualmente, se han explorado las posibilidades para la participación conjunta en proyectos de investigación europeos, sobre hidrología forestal y erosión del suelo, líneas en las que trabaja el grupo de investigación de Hidrología y Conservación de la UCAV.
Los títulos exactos de los seminarios impartidos fueron:
-An analysis of the Climate Change impact on water resources
-The Thornthwaite and Matter monthly water budget model
-Post-evaluation of Flood Hazards Induced by Former man-made Interventions along a Coastal Mediterranean Settlement
martes, 7 de noviembre de 2017
Agua de colores y agua virtual
"Ambos tipos de aguas, las superficiales y las subterráneas suelen hoy englobarse con el calificativo de agua azul, en contraposición al agua verde con el que se designa al agua que, procedente de las precipitaciones, está en la zona superior del suelo y permite la existencia de la mayor parte de la vegetación natural o cultivada. El agua verde sólo recientemente ha comenzado a ser considerada de modo cuantitativo en los estudios de recursos hídricos. Su medición hidrológica y su valoración monetaria son complejas.
El análisis del papel del agua verde ha conducido al concepto del agua virtual, que es el agua necesaria para producir un bien o un servicio. Al principio, el estudio del papel del agua virtual se refirió principalmente a la producción de alimentos, pero progresivamente se ha extendido a la producción de todos los bienes y servicios que requieren el uso de agua en una región.
La suma de toda el agua virtual que necesita un país o una región para atender la necesidad de bienes y servicios de los habitantes de esa zona es lo que se denomina huella hidrológica (hydrological footprint en la literatura anglosajona)".
Manuel Ramón Llamas Madurga
Lección inaugural de la REAL ACADEMIA DE CIENCIAS EXACTAS, FÍSICAS Y NATURALES
Noviembre 2005
El análisis del papel del agua verde ha conducido al concepto del agua virtual, que es el agua necesaria para producir un bien o un servicio. Al principio, el estudio del papel del agua virtual se refirió principalmente a la producción de alimentos, pero progresivamente se ha extendido a la producción de todos los bienes y servicios que requieren el uso de agua en una región.
La suma de toda el agua virtual que necesita un país o una región para atender la necesidad de bienes y servicios de los habitantes de esa zona es lo que se denomina huella hidrológica (hydrological footprint en la literatura anglosajona)".
Manuel Ramón Llamas Madurga
Lección inaugural de la REAL ACADEMIA DE CIENCIAS EXACTAS, FÍSICAS Y NATURALES
Noviembre 2005
martes, 31 de octubre de 2017
Duna fósil de Plentzia
La acción del viento sobre la playa que se extiende al fondo de la bahía de Astondo ha dado lugar a la formación de un extenso campo de dunas que se adentra en dirección al municipio de Gorliz y que se acomoda en la vaguada del arroyo Txatxarro. Dentro de este conjunto arenoso eólico destacan unas dunas cementadas situadas en la zona norte ocupando la ladera de Astondo y la superficie alrededor del Sanatorio de Gorliz.
Este campo dunar forma parte del complejo sedimentario original asociado a la desembocadura en la bahía del estuario del río Butroe. La base de esta acumulación detrítica descansa sobre un flysch margocalizo de edad Cretácico superior y dentro de las dunas han sido identificados 3 niveles diferentes. El nivel más inferior está constituido por lutitas arenosas muy compactas, de color pardo y gris que presentan caparazones de gasterópodos terrestres y foraminíferos de ambientes litorales abiertos y restringidos.
Por encima aparece un nivel de arenas biogénicas cementadas de color amarillo-naranja que presentan estratificaciones cruzadas de gran tamaño con un ángulo moderado. Estas arenas están compuestas por bioclastos de tamaño medio y grueso (fragmentos de bivalvos, gasterópodos y foraminíferos principalmente) muy bien clasificados, y un menor contenido en cuarzo. Todos estos elementos se encuentran unidos por un cemento carbonatado de tipo menisco que confiere una mayor dureza a este nivel, resaltando así en el campo donde aparece en un frente de 150 m de longitud. Esta roca dunar consolidada (eolianita) presenta una edad por radiocarbono de 6.020-5.710±50 años BP.
Su elevada porosidad permite el desarrollo de un acuífero que abastece al Sanatorio Marítimo situado sobre este depósito. El nivel suprayacente está compuesto por arenas finas y medias de color gris-amarillento y de composición fundamentalmente cuarcítica. Estas arenas sueltas constituyen una gran extensión de dunas remontantes vegetadas que pueden encontrarse hasta 40 m sobre el nivel del mar acomodándose directamente sobre el sustrato ladera arriba hacia el núcleo urbano de Gorliz.
Fuente del texto enlace
Fotografías: María del Monte Maíz
viernes, 27 de octubre de 2017
El canal de drenaje de Cuenca de Campos
Al visitar Cuenca de Campos, en la Tierra de Campos vallisoletana, el hidrólogo se encuentra algo que puede pasar desapercibido. Parece que el nombre del pueblo se debe a su posición topográfica, en una depresión del terreno. Es posible que debido a esta situación, la localidad se inundara con cierta periodicidad, por lo que en 1798 se construye un canal colector -conocido como la Ría- para resolver estos problemas. El diseño técnico se debió a los arquitectos Vicente Rodríguez y Fernando Sánchez Pertejo, nombrados por el Consejo Real.
El canal tiene dos ramales que, partiendo desde el oeste, rodean al pueblo hasta desaguar en el arroyo de la Villa. Se complementa la obra del cauce con una serie de puentes, muros y calzadas, utilizándose para ello piedra caliza del castillo de Montealegre, que se colocó en los muros, roscas de los arcos y guardaruedas, con mampuesto amasado con cal y arena para los rellenos. El importe fue de 118.662 reales.
No fue, sin embargo, eficaz la obra en la tarde del 11 de junio de 1874, cuando una tormenta arruinó 95 casas y se llevó la vida del niño Máximo Vázquez, que fue arrastrado por la corriente mientras trataba de recuperar la gorra que se le había caído al agua.
Como propuesta, sería interesante mejorar la vegetación arbórea que acompaña el canal, consiguiendo una interesante diferenciación paisajística, en estos terrenos dominados por formas horizontales que caracterizan la comarca. No hay que olvidar que Cuenca se encuentra entre Villalón y Medina de Rioseco, en un recorrido que siguen numerosos turistas de interior, atraídos por la oferta fomentada por la Diputación Provincial.
Fuente: Ernesto Escapa. "Tierra de horizontes. Viajando por la provincia de Valladolid". Diputación de Valladolid. 2000.
El canal tiene dos ramales que, partiendo desde el oeste, rodean al pueblo hasta desaguar en el arroyo de la Villa. Se complementa la obra del cauce con una serie de puentes, muros y calzadas, utilizándose para ello piedra caliza del castillo de Montealegre, que se colocó en los muros, roscas de los arcos y guardaruedas, con mampuesto amasado con cal y arena para los rellenos. El importe fue de 118.662 reales.
No fue, sin embargo, eficaz la obra en la tarde del 11 de junio de 1874, cuando una tormenta arruinó 95 casas y se llevó la vida del niño Máximo Vázquez, que fue arrastrado por la corriente mientras trataba de recuperar la gorra que se le había caído al agua.
Como propuesta, sería interesante mejorar la vegetación arbórea que acompaña el canal, consiguiendo una interesante diferenciación paisajística, en estos terrenos dominados por formas horizontales que caracterizan la comarca. No hay que olvidar que Cuenca se encuentra entre Villalón y Medina de Rioseco, en un recorrido que siguen numerosos turistas de interior, atraídos por la oferta fomentada por la Diputación Provincial.
Fuente: Ernesto Escapa. "Tierra de horizontes. Viajando por la provincia de Valladolid". Diputación de Valladolid. 2000.
jueves, 26 de octubre de 2017
More dust or more drinking water
The area around Salt Lake City, UT, is one of the fastest-growing places in the country. It currently has about two million people—almost two-thirds of the state’s population—and that number is expected to double in the next 30 years. It’s also running short of water. The state has a possible solution, but many residents, businesses, and environmental groups say the price is far too high.
Electric grids are evolving rapidly, disrupted by regulatory changes, distributed generation, renewable portfolio standards, and evolving technology. Energy storage is uniquely positioned at the heart of all of this change. Download Greensmith Energy's White Paper to learn more about improving economics and demystifying energy storage systems.
The Bear River meanders into Utah from Idaho and Wyoming and is the single greatest tributary of the Great Salt Lake. State engineers are proposing diverting up to 20% of the river’s flow—as much as 72 billion gallons—to supply the growing need for drinking water. Although Salt Lake City’s water supply is stable for the moment, many are looking ahead to future demand and are figuring out how to pay for the project, which will cost somewhere in the neighborhood of $1.5 to $2 billion.
There’s another cost, though; diverting that much water will cause the Great Salt Lake to shrink by about a foot. It has already been shrinking for the past 150 years as agriculture and growing cities claim more and more water, exposing hundreds of square miles of fine silt that blows away in the wind, reducing air quality. If the proposed diversion project goes ahead, some say that 30 more square miles of lakebed will be exposed and wetland habitats will be destroyed.
The area already experiences severe dust storms. During a particularly long-lasting storm in 2010, as this article describes, PM 2.5 levels in Ogden, some 40 miles north of Salt Lake City, were measured at 90.8 micrograms per cubic meter. Levels in Salt Lake City were just over 250 micrograms. EPA says anything higher than 35 micrograms is unhealthy. If the lake level drops further, the region can expect more such storms—more frequent, more intense, and possibly of longer duration.
Utah might take a lesson from another western state. California’s Owens Lake dried up in the 1920s as water was diverted to supply Los Angeles, leading to decades of dust storms, lawsuits, and mitigation efforts. As with the Great Salt Lake, the sediments left behind as the water receded are salty and don’t support much vegetation to anchor the soil. Today, a program is in place to return a bit of water to Owens Lake—just enough to create a shallow pool that reduces the dust.
If the diversion of the Bear River goes ahead, what mitigation plans might be possible to counteract dust from the newly exposed areas of lakebed? Or should the state pursue other solutions instead—limits on development? Stricter water conservation measures? Share your thoughts in the comments.
Janice Kaspersen
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Electric grids are evolving rapidly, disrupted by regulatory changes, distributed generation, renewable portfolio standards, and evolving technology. Energy storage is uniquely positioned at the heart of all of this change. Download Greensmith Energy's White Paper to learn more about improving economics and demystifying energy storage systems.
The Bear River meanders into Utah from Idaho and Wyoming and is the single greatest tributary of the Great Salt Lake. State engineers are proposing diverting up to 20% of the river’s flow—as much as 72 billion gallons—to supply the growing need for drinking water. Although Salt Lake City’s water supply is stable for the moment, many are looking ahead to future demand and are figuring out how to pay for the project, which will cost somewhere in the neighborhood of $1.5 to $2 billion.
There’s another cost, though; diverting that much water will cause the Great Salt Lake to shrink by about a foot. It has already been shrinking for the past 150 years as agriculture and growing cities claim more and more water, exposing hundreds of square miles of fine silt that blows away in the wind, reducing air quality. If the proposed diversion project goes ahead, some say that 30 more square miles of lakebed will be exposed and wetland habitats will be destroyed.
The area already experiences severe dust storms. During a particularly long-lasting storm in 2010, as this article describes, PM 2.5 levels in Ogden, some 40 miles north of Salt Lake City, were measured at 90.8 micrograms per cubic meter. Levels in Salt Lake City were just over 250 micrograms. EPA says anything higher than 35 micrograms is unhealthy. If the lake level drops further, the region can expect more such storms—more frequent, more intense, and possibly of longer duration.
Utah might take a lesson from another western state. California’s Owens Lake dried up in the 1920s as water was diverted to supply Los Angeles, leading to decades of dust storms, lawsuits, and mitigation efforts. As with the Great Salt Lake, the sediments left behind as the water receded are salty and don’t support much vegetation to anchor the soil. Today, a program is in place to return a bit of water to Owens Lake—just enough to create a shallow pool that reduces the dust.
If the diversion of the Bear River goes ahead, what mitigation plans might be possible to counteract dust from the newly exposed areas of lakebed? Or should the state pursue other solutions instead—limits on development? Stricter water conservation measures? Share your thoughts in the comments.
Janice Kaspersen
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Vertisol
Os dejamos unas imágenes de un vertisol localizado en Monterrubio de Armuña (Salamanca).
Un vertisol es un suelo que presenta alto contenido en arcillas expansivas (montmorillonita), lo que le confiere unas propiedades muy especiales, que pueden consultarse en este enlace.
Por ser suelos muy arcillosos presentan una baja capacidad de infiltración. En este caso, el suelo aparece en una zona encharcable, que da lugar a pequeñas lagunas o "navas" en las épocas del año más lluviosas.
Un vertisol es un suelo que presenta alto contenido en arcillas expansivas (montmorillonita), lo que le confiere unas propiedades muy especiales, que pueden consultarse en este enlace.
Por ser suelos muy arcillosos presentan una baja capacidad de infiltración. En este caso, el suelo aparece en una zona encharcable, que da lugar a pequeñas lagunas o "navas" en las épocas del año más lluviosas.
lunes, 9 de octubre de 2017
Charla sobre D. Benito Ayerbe
Como último acto de los que ha promovido el Colegio de Ingenieros de Montes en Aragón para conmemorar el centenario del fallecimiento del ilustre Ingeniero de Montes D. Benito Ayerbe Aísa (1872-1917), se celebrará una conferencia el próximo lunes, 16 de octubre, a las 20 horas, en la sede del Ateneo de Zaragoza (Calle San Voto, 9, 1º dcha., Zaragoza), con el título “Los Ayerbe: tres Ingenieros de Montes aragoneses y su aportación a la hidrología forestal”, que pronunciará Ignacio Pérez-Soba.
La conferencia presentará una síntesis biográfica y técnica de una saga familiar de Ingenieros de Montes aragoneses (Pedro Ayerbe, Benito Ayerbe y José María Ayerbe), que realizaron una destacada y pionera aportación a la hidrología forestal española durante los dos primeros tercios del siglo XX (1901-1972). Se analizarán sus muy destacados trabajos de corrección de torrentes y de aludes en el Pirineo aragonés: en la cuenca alta del río Gállego, en las cercanías del pueblo de Canfranc y sobre todo las grandes obras de defensa de la Estación Ferroviaria Internacional de Canfranc contra aludes y avenidas torrenciales.
La conferencia presentará una síntesis biográfica y técnica de una saga familiar de Ingenieros de Montes aragoneses (Pedro Ayerbe, Benito Ayerbe y José María Ayerbe), que realizaron una destacada y pionera aportación a la hidrología forestal española durante los dos primeros tercios del siglo XX (1901-1972). Se analizarán sus muy destacados trabajos de corrección de torrentes y de aludes en el Pirineo aragonés: en la cuenca alta del río Gállego, en las cercanías del pueblo de Canfranc y sobre todo las grandes obras de defensa de la Estación Ferroviaria Internacional de Canfranc contra aludes y avenidas torrenciales.
lunes, 25 de septiembre de 2017
Homenaje a Benito Ayerbe
Nuestro compañero Ignacio Pérez-Soba, decano del Colegio de Ingenieros de Montes de Aragón, nos facilita esta información sobre el homenaje a Benito Ayerbe, responsable de varias restauraciones de los montes de Canfranc.
jueves, 31 de agosto de 2017
Efectos de las avenidas
Os dejamos algunas fotos que muestran los efectos de la avenida ocurrida en el arroyo Chubieco, en el término municipal de Peguerinos (Ávila). Coordenadas: 40º 38'2.16'' N, 4º 13' 17.98 W. Las fotos son de María del Monte Maíz, y fueron tomadas el 19 de febrero de 2017. La riada aconteció en la noche del 16 de febrero.
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