-Método clásico o método de criba por factores del medio
-Métodos basados en series de vegetación (tablas de Luis Ceballos y tablas de Rivas-Martínez)
-Método de los diagramas bioclimáticos
De todos ellos, el método de criba por factores del medio es el de uso más habitual, fiable y completo. Los demás suelen utilizarse como apoyo a este.
El método de las especies históricas, que ahora se plantea también como apoyo al método clásico, consiste en elegir aquellas especies que poblaban el territorio en tiempos anteriores de mayor naturalidad de la vegetación, es decir, en épocas históricas en las que los ecosistemas forestales no habían sido notablemente degradados.
Para esto se suelen emplear fuentes documentales históricas que recogen relaciones de especies forestales, fundamentalmente el Catastro de Ensenada, de mediados del siglo XVIII. Se trata de un método complementario al de criba de factores del medio.
Algunos listados de especies históricas se pueden consultar en el siguiente enlace: https://bit.ly/2W3VNfL
Los principales inconvenientes de la utilización de este método son:
· No puede darse un listado de especies para todos los pueblos, bien porque en el siglo XVIII no existiera monte en esos pueblos o bien porque no se pueden conocer a ciencia cierta las especies existentes.
· Hay imprecisiones en el nombre de las especies. Por ejemplo, en algunos pueblos se habla de “roble” y no se puede precisar a qué especie se refiere.
· En gran parte de los pueblos las especies son las mismas que las que hay en la actualidad, por lo que no tendría utilidad este método. Sin embargo, lo que sí hace el método es orientarnos acerca de las especies que existían en una época de mayor naturalidad.
· Aunque no aparezca una especie en un determinado pueblo, no significa que no la hubiera, sino que no existe constancia de ello o no lo podemos afirmar con total seguridad.
· Los listados de especies son a nivel de municipio, por lo que en términos municipales de gran variedad ecológica no se puede precisar la ubicación de las especies.
· Posibles cambios climáticos ocurridos desde la época de de la fuente histórica hasta la actualidad pueden variar la distribución y presencia de las especies.
Para esto se suelen emplear fuentes documentales históricas que recogen relaciones de especies forestales, fundamentalmente el Catastro de Ensenada, de mediados del siglo XVIII. Se trata de un método complementario al de criba de factores del medio.
Algunos listados de especies históricas se pueden consultar en el siguiente enlace: https://bit.ly/2W3VNfL
Los principales inconvenientes de la utilización de este método son:
· No puede darse un listado de especies para todos los pueblos, bien porque en el siglo XVIII no existiera monte en esos pueblos o bien porque no se pueden conocer a ciencia cierta las especies existentes.
· Hay imprecisiones en el nombre de las especies. Por ejemplo, en algunos pueblos se habla de “roble” y no se puede precisar a qué especie se refiere.
· En gran parte de los pueblos las especies son las mismas que las que hay en la actualidad, por lo que no tendría utilidad este método. Sin embargo, lo que sí hace el método es orientarnos acerca de las especies que existían en una época de mayor naturalidad.
· Aunque no aparezca una especie en un determinado pueblo, no significa que no la hubiera, sino que no existe constancia de ello o no lo podemos afirmar con total seguridad.
· Los listados de especies son a nivel de municipio, por lo que en términos municipales de gran variedad ecológica no se puede precisar la ubicación de las especies.
· Posibles cambios climáticos ocurridos desde la época de de la fuente histórica hasta la actualidad pueden variar la distribución y presencia de las especies.
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