Como hemos desarrollado en anteriores intervenciones y artículos, todas las actuaciones que se hagan para detener la escorrentía superficial y fomentar la infiltración oasifica una ladera, es decir, invierte el peligroso proceso de desertificación. Una manera relativamente sencilla de disminuir la escorrentía es crear trampas de agua en la ladera, porque tienen un efecto inmediato y beneficioso, aunque artificial y temporal. El ingeniero forestal necesita una herramienta para poder dimensionar estas trampas de agua y su distribución en la ladera, y para ello basta con plantear un sencillo balance hídrico que constituye la ecuación de continuidad o ecuación de conservación de masas. Esta ecuación es cierta en sí misma y por lo tanto no requiere calibración ni validación.
A nivel práctico es conveniente particularizar el balance hídrico a diferentes modelos de escorrentía e infiltración y, por lo tanto, habrá tantas ecuaciones particularizadas como modelos existan. Sin embargo, son los modelos más sencillos y de uso más generalizado los que tienen mayor interés. Así Modipé utilizado el modelo del Número de Curva. Con esta elección se pierde precisión pero se gana sencillez (tablas generales de fácil manejo para el ingeniero). Entonces, con Modipé somos capaces de entender el proceso de desertificación que está ocurriendo en la ladera degradada, y siempre que elijamos bien los números de curva estaremos tomando medidas de intervención en la ladera cuantitativamente correctas.
Pero entonces... ¿es necesario calibrar el modelo Modipé? Según la precisión que queramos. La ventaja del modelo del Número de Curva es que tiene unas tablas de validez general (universal) para un gran número de tipos de vegetación, suelos, manejos agrícolas, etc. Si se dan por válidas estas tablas se obtiene una precisión suficiente (centimétrica) para la preparación del suelo (trampas de agua) a realizar. Si necesitamos mayor precisión, habrá que calibrar el modelo o bien cambiar de particularización, utilizando otros modelos hidrológicos biparamétricos o triparamétricos (el Número de Curva en su formulación inicial biparamétrica, Horton, Green-Ampt, Kostiakov...). Pero generalmente, como primera aproximación al problema y como solución práctica a nivel ingenieril, Modipé es suficiente.
De todos modos, si interesa, Modipé puede ser calibrado mediante ensayos de infiltración con infiltrómetros o simuladores de lluvia, obteniendo los números de curva más precisos para una ladera concreta. Pero esto es poco práctico y requiere mucho tiempo.
Si se utiliza un modelo que requiere obligatoriamente calibración, no podremos dar un diagnóstico rápido. Sin embargo, Modipé está precalibrado gracias a las tablas universales del Número de Curva.
En resumen, Modipé es una herramienta útil para el ingeniero más que para el investigador puro. Se decanta por la aplicación práctica y rápida más que por la excesiva precisión.
A nivel práctico es conveniente particularizar el balance hídrico a diferentes modelos de escorrentía e infiltración y, por lo tanto, habrá tantas ecuaciones particularizadas como modelos existan. Sin embargo, son los modelos más sencillos y de uso más generalizado los que tienen mayor interés. Así Modipé utilizado el modelo del Número de Curva. Con esta elección se pierde precisión pero se gana sencillez (tablas generales de fácil manejo para el ingeniero). Entonces, con Modipé somos capaces de entender el proceso de desertificación que está ocurriendo en la ladera degradada, y siempre que elijamos bien los números de curva estaremos tomando medidas de intervención en la ladera cuantitativamente correctas.
Pero entonces... ¿es necesario calibrar el modelo Modipé? Según la precisión que queramos. La ventaja del modelo del Número de Curva es que tiene unas tablas de validez general (universal) para un gran número de tipos de vegetación, suelos, manejos agrícolas, etc. Si se dan por válidas estas tablas se obtiene una precisión suficiente (centimétrica) para la preparación del suelo (trampas de agua) a realizar. Si necesitamos mayor precisión, habrá que calibrar el modelo o bien cambiar de particularización, utilizando otros modelos hidrológicos biparamétricos o triparamétricos (el Número de Curva en su formulación inicial biparamétrica, Horton, Green-Ampt, Kostiakov...). Pero generalmente, como primera aproximación al problema y como solución práctica a nivel ingenieril, Modipé es suficiente.
De todos modos, si interesa, Modipé puede ser calibrado mediante ensayos de infiltración con infiltrómetros o simuladores de lluvia, obteniendo los números de curva más precisos para una ladera concreta. Pero esto es poco práctico y requiere mucho tiempo.
Si se utiliza un modelo que requiere obligatoriamente calibración, no podremos dar un diagnóstico rápido. Sin embargo, Modipé está precalibrado gracias a las tablas universales del Número de Curva.
En resumen, Modipé es una herramienta útil para el ingeniero más que para el investigador puro. Se decanta por la aplicación práctica y rápida más que por la excesiva precisión.
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