Las técnicas de recolección de agua tienen en común varias características:
·Se utilizan en zonas secas (áridas o semiáridas), donde la escorrentía superficial no es continua en el tiempo
·Funcionan con agua local, generalmente escorrentía superficial o agua de un arroyo o manantial efímeros
·Son sistemas a pequeña escala, tanto por las inversiones necesarias como por sus dimensiones.
·Se utilizan en zonas secas (áridas o semiáridas), donde la escorrentía superficial no es continua en el tiempo
·Funcionan con agua local, generalmente escorrentía superficial o agua de un arroyo o manantial efímeros
·Son sistemas a pequeña escala, tanto por las inversiones necesarias como por sus dimensiones.
Cualquier sistema de recolección de agua consta de dos partes absolutamente imprescindibles: un área de impluvio, donde se genera escorrentía, y un área de recepción, en la que se recibe la escorrentía y se almacena, ya sea en el suelo (mediante infiltración, como en el caso de los cultivos o de la repoblación forestal) o en depósitos (cisternas, aljibes, estanques, etc.).
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