Ya pueden descargarse las comunicaciones del 8º Congreso Forestal Español, entre ellas la nuestra.
Las laderas de los páramos calizos vallisoletanos no suelen tener problemas de erosión, mientras se mantenga la vegetación original de encinares o quejigares y se respete la red de drenaje natural. Cuando esta vegetación se degrada o se sustituye por un cultivo como el viñedo, y se anula el sistema de drenaje natural, se inician procesos erosivos de gravedad ante episodios de tormenta. En este trabajo, se analizan los problemas erosivos en una finca de la ribera del Duero. La parte alta está cubierta por monte mediterráneo con encinas y sabinas, y la inferior por viñedo, habiéndose condenado el drenaje de los cauces naturales. Se ha trabajado con fotografías aéreas desde 1946, para detectar zonas de erosión y la situación de los antiguos cauces naturales, y se han estimado las pérdidas de suelo con el modelo USLE, con varios escenarios: 1. Situación actual, con diferentes coberturas vegetales en viñedo; y 2. Con medidas de conservación, mulch orgánico y cubiertas herbáceas. Adicionalmente, se han diseñado las medidas de control de erosión más apropiadas, con la dinámica hidrológica de las laderas y las necesidades productivas y fitosanitarias del viñedo. En el primer escenario, las pérdidas de suelo se sitúan por encima de 40 t·ha-1·año-1 (graves) mientras que en el segundo están por debajo de 5 t·ha-1·año-1 (muy ligeras). Los primeros efectos tras aplicación de las medidas son concordantes a nuestro estudio. Los resultados pueden ser útiles para muchos otros viñedos de la región en situaciones similares.
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