El sistema meskat y mankaa, similar a las gavias y a otras técnicas, se trata de crear unas estructuras que producen e interceptan la escorrentía superficial y la conducen a un área de recepción, donde se retiene el agua y se facilita su infiltración. En España su uso para la restauración forestal se limita a lugares muy concretos, pero puede resultar muy interesante especialmente en la creación de bosquetes de árboles.
martes, 13 de julio de 2010
Recolección de agua VIII. Terrazas
Las terrazas (terraces, terrasses), es decir, la creación de plataformas horizontales o con cierta contrapendiente mediante desmontes y terraplenes, son una preparación del suelo ampliamente utilizada en repoblaciones forestales de zonas áridas. En España se han utilizado muchísimo para restauración forestal y en algunos casos de forma algo desafortunada. A pesar de que su uso prácticamente ha desaparecido en nuestro país, por ser una técnica controvertida debido al impacto ambiental que puede producir, en base a sus efectos hidrológicos positivos (retención de escorrentía) es una preparación del suelo interesante para laderas con suelos muy degradados, en zonas de precipitación escasa y torrencial. Para que la preparación minimice los impactos y cumpla con las funciones que se le encomiendan, es posible establecer dos condiciones de aplicación. Por un lado, se trata de reducir al máximo el movimiento de tierras y la remoción del suelo; y por otro, de ajustar el diseño a las necesidades del ecosistema, es decir, el dimensionado debe basarse en la economía del agua. A nivel internacional, han sido utilizadas para cultivos arbóreos en Túnez, Camerún, Sudán, Etiopía, Nigeria y otros países subsaharianos. En Jordania son muy empleadas por el Jordanian Forestry Department en repoblaciones con pinos. Por último, en Israel son frecuentes en restauración forestal las terrazas de piedra, que frenan y retienen la escorrentía, y son muy valoradas en la estabilización de cárcavas y barrancos. En España, las terrazas forestales tienen plataformas de unos 3 m de anchura. Son muy interesantes en la restauración forestal, en las condiciones adecuadas.
Recolección de agua VII. Caballones de extensión de agua
Los caballones de extensión de agua (water spreading bunds) consisten en unos diques que interceptan el caudal de un cauce efímero, y lo dirigen a zonas de cultivo en las que el agua queda retenida mediante unos caballones. Aunque el interés de esta técnica para la repoblación forestal pueda parecer escaso en un principio, es posible utilizarla para la creación de bosquetes de árboles o para la instalación de especies arbustivas. Las zonas en las que se establecen los brinzales, delimitadas por los caballones, se ven beneficiadas por el agua desviada de un cauce, que de otra forma se desaprovecharía.
Las dimensiones son indiferentes dado que sirven para instalación de bosquetes y no de árboles individuales. Su uso en en restauración forestal está restringida a lugares concretos para la creación de bosquetes.
Las dimensiones son indiferentes dado que sirven para instalación de bosquetes y no de árboles individuales. Su uso en en restauración forestal está restringida a lugares concretos para la creación de bosquetes.
Recolección de agua VI. Diques permeables de roca
Los diques de roca (permeable rock dams) son unos muros dispuestos perpendicularmente a los cauces (wadi o ramblas) con la finalidad de frenar y extender lateralmente el caudal circulante en determinados momentos. Los diques no se limitan sólo al propio cauce, sino que se extienden a ambos lados varias decenas de metros. Han sido utilizados para suministrar agua a plantaciones de frutales en regiones muy áridas. Su utilidad principal consiste en ampliar las zonas regadas por las aguas efímeras de cauces secos. Su limitación espacial resulta evidente, ya que tan sólo en lugares muy concretos podrá ser de aplicación para la repoblación forestal en España. Si en vez de extender lateralmente los diques, simplemente se realizan unos bancales de piedra atravesados al cauce (de orilla a orilla) cada cierto espacio, se trataría de la técnica denominada wadi aterrazados, barrancos aterrazados, nateros (en Canarias), paratas (en el levante peninsular) o jessours (en Túnez). Esta técnica es muy interesante tanto en restauración forestal como en la lucha contra la erosión en barrancos.
Recolección agua V. Caballones de piedras
Los caballones de piedras según curvas de nivel (contour stone bunds, cordons de pierres) son estructuras consisten en la creación de unos cordones de piedras siguiendo curvas de nivel, que interceptan la escorrentía. Han sido utilizados con cierta frecuencia en algunos países africanos para la plantación de especies arbóreas (por ejemplo, en Burkina Faso). En principio puede parecer un sistema de muy escasa aplicación en la repoblación forestal de nuestro país, pero esta técnica puede resultar útil para reforestar laderas pedregosas, en las que con una retroexcavadora de cazo especial se creen caballones continuos o discontinuos de piedras y tierra, con el fin de retener e infiltrar un bien tan preciado como es el agua. De hecho, en algunas restauraciones hidrológico-forestales de hace algunas décadas se emplearon los llamados diques de reconstitución, que consistían en cordones de piedras que seguían curvas de nivel. Es también una técnica muy interesante de conservación de suelos.
Dimensiones recomendadas: longitud según convenga, altura mínima 25 cm, separación entre caballones normalmente 15-30 m.
Interesante especialmente en terrenos pedregosos. Similar a los diques de reconstitución ya utilizado en restauración hidrológico-forestal en España
Dimensiones recomendadas: longitud según convenga, altura mínima 25 cm, separación entre caballones normalmente 15-30 m.
Interesante especialmente en terrenos pedregosos. Similar a los diques de reconstitución ya utilizado en restauración hidrológico-forestal en España
Recolección de agua IV. Caballones trapezoidales
Los caballones trapezoidales (trapezoidal bunds) son similares a los caballones semicirculares, aunque en este caso su forma es trapezoidal, con un caballón base que sigue curvas de nivel, conectado a otros caballones laterales con un ángulo de 135º. Al igual que los caballones semicirculares, los caballones trapezoidales son técnicas muy interesantes para adaptarlas a la repoblación forestal en zonas áridas y semiáridas. Como se ha indicado para otros casos, la mecanización de estas obras es indispensable para reducir su coste. Es necesario también reducir el tamaño de cada estructura considerablemente (respecto a las dimensiones tradicionalmente empleadas), para que las densidades de plantación puedan ser mayores (como requiere una repoblación). Es interesante tomar caballones de unos 30 m2, con altura de caballón hasta 60 cm. También cabe la posibilidad de repoblar por bosquetes espaciados.
Así ocurre también en los limanim, que son presas de tierra utilizadas en Israel para la plantación de bosquetes de árboles, que tiene forma aproximadamente de media luna o trapezoidal y pueden llegar a tener varias decenas de metros de longitud. En la zona próxima a la presa de tierra en la que se concentra el agua, se plantan los árboles, que reciben así una cantidad de agua mayor que las propias precipitaciones de la zona. El sistema liman se utiliza en cuencas de superficie variable o en wadi (cauces de zonas áridas que drenan escorrentías abundantes y erráticas) de fondos planos o lechos anchos. Cuando los limanim se sitúan en wadi, pueden construirse en serie a lo largo del lecho, y en este caso sería algo similar a los wadi aterrazados, tradicionalmente utilizados en el norte de África, Oriente Medio e incluso en España.
Así ocurre también en los limanim, que son presas de tierra utilizadas en Israel para la plantación de bosquetes de árboles, que tiene forma aproximadamente de media luna o trapezoidal y pueden llegar a tener varias decenas de metros de longitud. En la zona próxima a la presa de tierra en la que se concentra el agua, se plantan los árboles, que reciben así una cantidad de agua mayor que las propias precipitaciones de la zona. El sistema liman se utiliza en cuencas de superficie variable o en wadi (cauces de zonas áridas que drenan escorrentías abundantes y erráticas) de fondos planos o lechos anchos. Cuando los limanim se sitúan en wadi, pueden construirse en serie a lo largo del lecho, y en este caso sería algo similar a los wadi aterrazados, tradicionalmente utilizados en el norte de África, Oriente Medio e incluso en España.
Recolección de agua III. Caballones semicirculares
Este tipo de caballones (semi-circular bunds), también denominados medias-lunas (half-moons, demi-lunes), son unos bancales de tierra de forma semicircular, cuyos extremos se sitúan sobre curvas de nivel. La plantación de árboles en caballones semicirculares tiene un precedente con buenos resultados en la provincia de Tahoua (Níger). Allí y en otros lugares se han plantado, por ejemplo, almendros, albaricoqueros, melocotoneros, pistachos, olivos, granados y arbustos para ramoneo (estos últimos en el noroeste de Siria), según relata Prinz (2001). En nuestro país, García Salmerón (1995) cita esta técnica, pero no se ha encontrado constancia de haber sido empleada en repoblaciones forestales. Este método de preparación del suelo tiene una gran aplicación en repoblaciones en zonas semiáridas. Sin embargo, conviene adaptar las dimensiones utilizadas tradicionalmente, reduciendo su tamaño, para poder aumentar la densidad de plantación. Tradicionalmente se venían utilizando superficies de 30 a 137 m2, lo que da densidades bajas, salvo que se plante por bosquetes. Para plantación individual mejor de 7 a 50 m2. Altura de caballón 25-50 cm.
Por otra parte, para reducir costes, se ha desarrollado con éxito un apero adaptable a un tractor que puede perfilar mecanizadamente los caballones.
Recolección de agua II. Caballones siguiendo curvas de nivel
Los caballones según curvas de nivel (contour bunds for trees) consisten en la construcción, generalmente mecanizada, de caballones de tierra siguiendo las curvas de nivel del terreno. De esta manera se compartimenta la ladera en unidades más pequeñas. Tradicionalmente se realizan también unos caballones más pequeños, perpendiculares a los anteriores y separados varios metros, que delimitan las microcuencas.
Dimensiones recomendadas: 10 a 50 m2, con caballón de 20 a 40 cm. Superficies mayores dan densidades muy bajas.
Esta técnica puede asimilarse a preparaciones del suelo tales como acaballonado con desfonde u otros acaballonados, utilizados con mucha frecuencia en España desde hace varias décadas. Se han llevado a cabo experiencias satisfactorias en la plantación de árboles con este método en Baringo (Kenia), donde se han instalado especies de los géneros Acacia, Prosposis y Combretum (Critchley & Siegert, 1991). También se emplean actualmente con mucha frecuencia en la restauración forestal en Israel. Es fácilmente mecanizable y muy recomendable para restauración forestal.
Dimensiones recomendadas: 10 a 50 m2, con caballón de 20 a 40 cm. Superficies mayores dan densidades muy bajas.
Recolección de agua I. Microcuencas "Negarim"
Empieza aquí una serie de entradas en la que vamos a describir técnicas de recolección de agua (water harvesting, récolte d'eau).
Las microcuencas "Negarim" (negarim microcatchments, micro-bassins) son estructuras de forma cuadrada o romboidal, rodeadas por pequeños caballones de tierra y con un hoyo de infiltración en el vértice inferior de cada una de ellas, en el que se sitúa la planta. Las microcuencas se han utilizado siempre para la plantación de frutales, puesto que fueron diseñadas especialmente para la instalación de árboles. También han sido empleadas para el establecimiento de especies forestales, aunque con menores espaciamientos. En nuestro país, esta técnica fue introducida a nivel teórico y experimental pero no se han realizado con ella repoblaciones a gran escala. El inconveniente principal de aplicación en restauración forestal no es técnico, sino económico. A pesar de que la realización de los hoyos se puede mecanizar, la construcción del caballón perimetral de tierra que define las microcuencas sólo puede construirse de manera manual, lo que supone un encarecimiento sustancial de la obra. No obstante, este incremento en los costes queda plenamente justificado en zonas muy secas, debido a la cantidad de agua que se logra recoger.
Dimensiones recomendadas: 9 a 36 m2, con caballón de 25 a 55 cm. Superficies mayores dan densidades de plantación muy bajas.
jueves, 1 de julio de 2010
Agua en un asteroide
Cuando les digo a mis alumnos que la hidrología es la asignatura más importante del Universo...
"El hallazgo de agua en forma de hielo en un asteroide replantea el origen del agua en la Tierra, y también de la vida. El asteroide en cuestión ha sido el 24 Themis. Los descubridores, dos equipos independientes de astrónomos.
Uno de los dos equipos está formado por los investigadores Andrew Rivkin, de la Universidad Johns Hopkins, y Joshua Emery, de la Universidad de Tennessee. Para detectar la presencia de agua usaron un telescopio infrarrojo del observatorio estadounidense de Mauna Kena, en Hawai, que les permitió inferir la existencia de una fina capa de hielo mezclada con material carbonoso, y extendida por toda la superficie.
El segundo equipo, en el que ha participado el astrofísico español Javier Licandro (del Instituto de Astrofísica de Canarias y la Universidad de la Laguna), y liderado por el científico Humberto Campins (de la Universidad de Florida Central, EEUU), ha llegado a idéntica conclusión.
El asteroide 24 Themis, es uno de los más grandes del cinturón principal de asteroides (situado entre las órbitas de Marte y Júpiter) y fue descubierto en 1853 por el astrónomo italiano Annibale de Gasparis.
Themis era la personificación divina de las leyes de la naturaleza, y no podría ser más apropiada la metáfora, porque este descubrimiento replantea la forma en la que, en el pasado, llegó agua a nuestro planeta. Así pues, la hipótesis de que el agua que dio origen a los océanos procedía del choque de un asteroide cobra especial importancia.
Y es que en la capa de hielo del Themis también hay isótopos de deuterio (o hidrógeno pesado), moléculas presentes también en el agua de los océanos terrestres. Así que estamos tal vez hablando del inicio de la vida.
Además, el Cinturón de Asteroides está ubicado a medio camino entre las órbitas de los planetas Marte y Júpiter, y ello, según los expertos, implica que cabe replantearse la distancia mínima a la que un cuerpo celeste debe estar respecto al Sol para poder albergar agua o hielo. ¿Cómo es posible que el hielo del asteroide no se haya evaporado, a pesar de su cercanía al Sol?".
Fuente: Libertad Digital
"El hallazgo de agua en forma de hielo en un asteroide replantea el origen del agua en la Tierra, y también de la vida. El asteroide en cuestión ha sido el 24 Themis. Los descubridores, dos equipos independientes de astrónomos.
Uno de los dos equipos está formado por los investigadores Andrew Rivkin, de la Universidad Johns Hopkins, y Joshua Emery, de la Universidad de Tennessee. Para detectar la presencia de agua usaron un telescopio infrarrojo del observatorio estadounidense de Mauna Kena, en Hawai, que les permitió inferir la existencia de una fina capa de hielo mezclada con material carbonoso, y extendida por toda la superficie.
El segundo equipo, en el que ha participado el astrofísico español Javier Licandro (del Instituto de Astrofísica de Canarias y la Universidad de la Laguna), y liderado por el científico Humberto Campins (de la Universidad de Florida Central, EEUU), ha llegado a idéntica conclusión.
El asteroide 24 Themis, es uno de los más grandes del cinturón principal de asteroides (situado entre las órbitas de Marte y Júpiter) y fue descubierto en 1853 por el astrónomo italiano Annibale de Gasparis.
Themis era la personificación divina de las leyes de la naturaleza, y no podría ser más apropiada la metáfora, porque este descubrimiento replantea la forma en la que, en el pasado, llegó agua a nuestro planeta. Así pues, la hipótesis de que el agua que dio origen a los océanos procedía del choque de un asteroide cobra especial importancia.
Y es que en la capa de hielo del Themis también hay isótopos de deuterio (o hidrógeno pesado), moléculas presentes también en el agua de los océanos terrestres. Así que estamos tal vez hablando del inicio de la vida.
Además, el Cinturón de Asteroides está ubicado a medio camino entre las órbitas de los planetas Marte y Júpiter, y ello, según los expertos, implica que cabe replantearse la distancia mínima a la que un cuerpo celeste debe estar respecto al Sol para poder albergar agua o hielo. ¿Cómo es posible que el hielo del asteroide no se haya evaporado, a pesar de su cercanía al Sol?".
Fuente: Libertad Digital
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