martes, 28 de octubre de 2008

"Lo que hago es apenas una gota en el océano. Pero sin esa gota al océano le faltaría algo".

(Madre Teresa de Calcuta)

martes, 21 de octubre de 2008

Hidrología Forestal Volcánica

Por Juan Santamarta, Ingeniero de Montes
Las islas Canarias son siete y siete son las formas de entender la hidrología forestal en el archipiélago. Los “ríos” en Canarias son barrancos que desembocan en el mar y sólo llevan agua en determinadas ocasiones debido a unas lluvias de régimen torrencial y un arrastre de sólidos importante que en algunos caso hace fracasar cualquier infraestructura hidráulica que pongamos a su paso. Este fenómeno y su elevado grado de variación explica hechos tan usuales en las islas Canarias, donde lluvias de baja intensidad pero de larga duración no producen escorrentías, mientras que mucha menos agua caída en un aguacero súbito pone a todos los barrancos a punto del desborde.
El aspecto fundamental que debe saber manejar el ingeniero forestal en Canarias es la dinámica, procesos del suelo volcánico y los regímenes de lluvias, tarea complicada por lo comentado sobre la heterogeneidad del terreno, islas y la pluviometría . Los acarreos que se pueden encontrar en los lechos de los barrancos evidencian fundamentalmente dos aspectos importantes: los materiales que forman su cuenca y su régimen de aportaciones. El primero se descubre estudiando la geología de los áridos y el segundo observando la distribución granulométrica en diferentes lugares y niveles. Normalmente en los barrancos de las Islas Canarias la potencia de los acarreos no es muy elevada, como corresponde a la escasez de procesos sedimentarios en la mayor parte de su cauce, predominando mucho más los procesos erosivos debido a las elevadas pendientes y a los regímenes torrenciales de las aportaciones.




Hidrotecnias en la Isla de La Gomera ( Santamarta 2007)

El Ingeniero forestal en el archipíelago Canario también debe saber manejar dos tipos de lluvias la vertical y la horizontal captada por las masas forestales de las islas occidentales, estas se provocan debido a que la capa caliente del alisio no deja ascender a la inferior y no permite la formación de nubes de desarrollo vertical que son las que producen la lluvias. En cambio en el contacto de las dos capas, se forman nubes de considerable desarrollo horizontal, conocidas como “Mar de Nubes”. Su espesor y altura varía bastante, aunque normalmente no rebasan 1800 metros de altura. Estas nubes provocan ligeras lloviznas y, sobre todo, la lluvia horizontal ya nombrada, como consecuencia de la retención del agua que contienen y que se deposita en las ramas de los árboles. Esta lluvia es fundamental para los ecosistemas e hidrología Canaria ya que complementan el ciclo hidrológico en las islas occidentales


Masas de Pinus canariensis en la Isla de La Palma y mar de nubes descargando lluvia horizontal. (Fuente: Viatur L. 2008)

Agradecemos a nuestro amigo Juan su colaboración dando a conocer en este blog sus interesantes trabajos en las Islas Canarias.

miércoles, 15 de octubre de 2008

La restauración forestal en zonas áridas de nuevo en Valencia

El profesor de la Universidad Católica de Ávila Jorge Mongil ha sido invitado a participar en el curso "Ordenación de montes y selvicultura en el nuevo marco legal del paisajismo", que se celebrará en Valencia del 20 al 24 de octubre. El curso está dirigido a técnicos de la Generalitat Valenciana. La intervención del doctor ingeniero de montes de la Universidad abulense versará sobre "Restauración forestal en zonas secas", y constituirá una nueva oportunidad para dar a conocer la metodología FO-REST de diseño de restauraciones forestales en zonas áridas y semiáridas. También se explicarán nuevos conceptos creados, fruto del trabajo conjunto con otros profesores de la Universidad de Valladolid, como el de Hidrología de Conservación de Aguas y Suelos o el de Oasificación, además de nuevas herramientas como el modelo hidrológico Modipé.

viernes, 10 de octubre de 2008

Expo Zaragoza 2008: VIII-Recolección de agua en el Sultanato de Omán

Como nos dice wikipedia, el sultanato de Omán es un país localizado al soroeste de Asia, en la costa sureste de la península Arábiga. Limita con los Emiratos Árabes Unidos al noroeste, con Arabia Saudita al oeste y con Yemen al suroeste. Posee también dos enclaves, la península de Musandam (al norte de Emiratos Árabes) y Madha, al este de ese mismo país.
El interior de Omán, al oeste, está ocupado por el desierto de Rub al-Jali, una de las regiones más inhóspitas del planeta. Este desierto, junto con el arenal de Wahiba, situado más al este, forman parte de la ecorregión denominada desierto y monte xerófilo de Arabia y el Sinaí. Hacia la costa sur, existe una gradación ascendente de humedad, y se va pasando por las ecorregiones denominadas desierto y semidesierto tropicales del mar Rojo, sabana de piedemonte del suroeste de Arabia y desierto costero nublado de la península Arábiga. Hacia el oeste, los biomas se distinguen por la altitud: la costa y las zonas bajas forman parte del desierto y semidesierto del golfo de Omán, mientras que en las montañas se encuentra la sabana arbolada de los montes Al Hajar.




















wikipedia

En este país se desarrollan interesantes técnicas de recolección y aprovechamiento del agua:
- Al-Zayira: Es uno de los medios tradicionales que permiten elevar el agua subterránea de los pozos, mediante ingenios movidos por bestias de carga.

















- Al Ma’aqad: Es un muro de derivación construido de piedra y adobe para transportar el agua desde el wadi hasta el canal del falach.

















-Aflach: (plural de falach): conducciones excavadas en la tierra para transportar el agua aprovechando las fuerza de la gravedad desde las fuentes hasta las regiones necesitadas de agua. Hay 3.000 en el sultanato. La creación de falach se lleva a cabo en varias fases. La primera es la del descubrimiento, posteriormente se adecua el manantial, y tras asegurarse de la viabilidad del falach, se procede a la construcción de los canales y las conducciones. Tras concluir el falach se procede a distribuir sus aguas entre los usuarios, dependiendo de sus aportaciones a la construcción del mismo. Los árabes aplicaron en diferentes regiones de España (Al-Andalus) técnicas semejantes a las que se usan en el sultanato de Omán.










Distribución del agua en los aflach: Los omaníes repartían en el pasado el agua del falach entre los usuarios de dos maneras: Durante el día empleaban la muhadira, que dependía del movimiento de la sombre de un listón de madera situado sobre una superficie dividida en 24 partes, cada una de ellas correspondiente a treinta minutos. Durante la noche se basaba en el movimiento de los astros.














Usos agrícolas del agua: Los aflach proporcionan alrededor del 32 % de las necesidades hídricas del sector agrícola, mientras que los pozos proporcionan el 68 %. Por lo que respecta al consumo por cultivos, las palmeras alcanzan el 52 %, la alfalfa el 24 % y otros árboles el 16 %, mientras que las verduras y el 7 % y otros cultivos el 1 %.

- Al Berak: Sistemas tradicionales para recoger y almacenar el agua de lluvia en las regiones montañosas. Están formados de cuencas subterráneas excavadas o de cavidades naturales y han sido utilizadas desde hace siglos para permitir el desarrollo de muchas regiones pobladas que carecían de recursos hídricos.









miércoles, 1 de octubre de 2008

Expo Zaragoza 2008. VII-Carta de Zaragoza

Texto de la Carta de Zaragoza 2008.
Preámbulo. Una nueva visión integrada del agua
Los participantes en la Tribuna del Agua reconocemos que el agua es esencial para la vida en el planeta. Los nuevos paradigmas sobre agua y sostenibilidad pretenden superar la visión meramente antropocéntrica por entender que, mediante una gestión integrada de los recursos hídricos, se protegen al mismo tiempo la supervivencia del ser humano y la del planeta.
Considerando:
1. Que el agua y los ecosistemas de la Tierra deben ser preservados y protegidos.
2. Que el acceso al agua potable y al saneamiento es un derecho humano que debe ser garantizado por los poderes públicos.
3. Que los pueblos de la Tierra han asumido, a través de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, un serio compromiso en relación con el agua.
4. Que el acceso al agua es un potente vector de desarrollo.
5. Que el agua desempeña una función fundamental en la producción y transferencia de energía.
6. Que la demanda de agua seguirá creciendo, principalmente por los incrementos demográfico y de la economía, lo que puede implicar un aumento de la huella hídrica.
7. Que las predicciones indican que el cambio climático es capaz de modificar la disponibilidad y las necesidades de agua en todo el planeta.
8. Que las tecnologías disponibles permiten producir agua dulce a partir del agua salada y de la niebla y, además, regenerar y reutilizar el agua a precios razonables y con menores impactos ambientales.
9. Que la pervivencia y transformación del medio rural están directamente vinculadas a la disponibilidad y uso sostenible del agua.
10. Que la sostenibilidad de la producción de alimentos está directamente ligada al uso eficiente del agua.
11. Que la educación, la cultura, la comunicación y la participación han de ser ejes de transformación de la gestión de los recursos hídricos en todo el mundo.
12. Que es básico para la gestión integrada del agua y la sostenibilidad el fortalecimiento de su gobernanza en todos los niveles, lo que implica la mayor participación y corresponsabilidad de la sociedad.
13. Que la unidad de cuenca hidrográfica es el ámbito territorial más eficiente para aprovechar el agua y el que mejor permite resolver los conflictos entre países, regiones o usuarios.
14. Que asegurar vías de financiación y formas de compartir el riesgo económico, bajo criterios de sostenibilidad, es indispensable para el éxito de las iniciativas y actuaciones en el ámbito hídrico.
15. Que la inversión en infraestructuras de agua en los países en desarrollo es indispensable para la reducción de la pobreza y para el crecimiento económico, siendo los niveles de inversión actuales insuficientes para alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio.
16. Que la intervención pública debe tomar la iniciativa para promover la legislación y la estructuración adecuadas de los derechos de agua.
17. Que la investigación, el desarrollo y la innovación son pilares fundamentales que sustentan el conocimiento, el hallazgo de soluciones, el bienestar y la sostenibilidad en materia hídrica.
La Tribuna del Agua RECOMIENDA
A. CON CARÁCTER UNIVERSAL
A1. Que el desarrollo de las sociedades se promueva a partir de criterios de sostenibilidad y de manera respetuosa con la naturaleza.
A2. Que se establezcan prioridades y compromisos de interés general para la humanidad en torno al agua, fundados en los principios éticos de sostenibilidad, transparencia y equidad intra e intergeneracional.
A3. Que se impulse una gestión del agua participativa, eficiente y solidaria, de modo que fomente la responsabilidad individual y colectiva, mediante el desarrollo compartido de conocimiento y experiencias.
A4. Que se establezcan compromisos y normas para la mitigación de los efectos negativos causados por el cambio climático y por los fenómenos extremos, y para la adaptación a esas situaciones.
A5. Que las soluciones y los modelos de gestión hídrica se adapten a los niveles de desarrollo, cultura, y capacidades sociales y económicas de cada territorio y sociedad.
A6. Que las unidades básicas de gestión de los recursos hídricos sean la cuenca hidrográfica y el acuífero, incluso en los casos en que tengan carácter supranacional.
A7. Que se logre que haya en todo el mundo agua potable segura y saneamiento eficaz, en zonas tanto urbanas como rurales, mediante la asunción de compromisos globales, la fijación de metas realistas y la adopción de soluciones concretas.
A8. Que el abastecimiento de agua potable y la recolección y el tratamiento de las aguas residuales son prioritarios. Las administraciones públicas deben garantizarlos con tarifas justas y que aseguren la cobertura de los costes.
A9. Que la gestión de la demanda sea, al menos, tan importante como la gestión de la oferta en las decisiones de políticas, estrategias, planes, programas y presupuestos.
A10. Que se incentiven la investigación, el desarrollo y la innovación en cuanto concierne al agua y se acelere la transferencia de sus resultados y beneficios a la sociedad.
A11. Que se cree una Agencia Mundial del Agua cuyas misiones principales sean:
a) Preparar y presentar ante la Organización de la Naciones Unidas la Carta de Derechos y Responsabilidades de los Seres Humanos con el Agua.
b) Articular un marco normativo mundial sobre el agua en un contexto de desarrollo sostenible que sea reconocido por los países.
c) En materia de recursos hídricos, preparar e impulsar el desarrollo de la Convención Internacional sobre Cambio Climático, Fenómenos Climáticos Extremos y Control de Riesgos.
d) Impulsar la aprobación del Protocolo Internacional para la Gestión Pacífica y Productiva de las Cuencas Transfronterizas en el mundo.
e) Asistir a los países que demanden apoyo en materia de gestión integrada del agua.
f) Impulsar la educación, los principios y los valores que, coherentes con lo expuesto, susciten una adecuada ética del agua.
g) Promover la difusión y el intercambio eficaz y global de buenas prácticas, lecciones aprendidas, modelos y procesos reproducibles, experiencias que hayan alcanzado el éxito y recomendaciones, a través de un centro propio de documentación y transferencia sobre agua y desarrollo sostenible.
h) Promover alianzas público-privadas que permitan aunar esfuerzos para conseguir que el abastecimiento y el saneamiento universales sean una realidad.
B. A LOS PODERES PÚBLICOS, USUARIOS DEL AGUA Y CIUDADANOS
B1. Que se protejan de modo eficaz los ecosistemas, por su valor intrínseco y para garantizar las fuentes de agua.
B2. Que se lleven a cabo las dotaciones de servicios básicos de saneamiento y depuración de aguas residuales y sus lodos, acordes con las realidades locales, y que incorporen niveles sanitarios de referencia mundial que aseguren la salud, la higiene y el bienestar.
B3. Que se adopten medidas que garanticen dotaciones básicas de agua potable en el interior de la vivienda o tan cerca de ella como sea posible. En situaciones de pobreza, los gobiernos deben garantizar dotaciones mínimas de agua.
B4. Que en el ordenamiento jurídico y en el desarrollo normativo se consideren los hábitos culturales no perjudiciales y los derechos ancestrales de la población.
B5. Que se someta al control público la gestión de los servicios públicos de agua y saneamiento.
B6. Que se ajuste y controle la demanda de agua recurriendo al mismo tiempo a criterios educativos, informativos, participativos y tarifarios.
B7. Que se reduzca el retraso en sistemas rurales de abastecimiento mediante intercambios de experiencias y de modelos de gestión participativa, adaptados y asumidos por la población usuaria.
B8. Que se impulsen y apliquen las tecnologías que permiten el ahorro, la desalinización y aprovechamiento de aguas del mar, la captación de nieblas y de lluvias, la depuración, regeneración y reutilización del agua con elevada eficiencia en consumo energético de bajo impacto ambiental, potenciando las energías sostenibles.
B9. Que, a la vista de la previsión de crecimiento demográfico, los países consideren la agricultura no solo como un sector económico, sino como un sector estratégico.
B10. Que se estimulen y difundan medidas para mejorar regadíos con logro de una mayor eficiencia hídrica energética.
B11. Que se definan modelos financieros solventes y con garantías, entre países e instituciones, de forma que permitan captar en el mercado capitales para inversiones en las infraestructuras hidráulicas necesarias para la prestación de los servicios públicos de abastecimiento y saneamiento, así como en la capacitación de los recursos humanos precisos.
B12. Que se apliquen criterios de racionalidad económica que promuevan la eficiencia y la sostenibilidad, al tiempo que incorporen principios de justicia social y ambiental en la gestión del agua.
B13. Que se establezcan políticas integradas para facilitar la reasignación de agua entre los diversos usos, siempre que con ello se favorezcan la eficiencia económica y la calidad ambiental.
B14. Que los ciudadanos participen como corresponsables en la gestión integrada del agua y la sostenibilidad.
B15. Que los ciudadanos asuman que el agua es, además de un recurso de uso humano, un patrimonio de todos los seres vivos.

Una frase

“Los ríos más profundos son los que discurren haciendo menos ruido”

(Quinto Gurfio Rufo)

Análisis del PAND: 6. Los apartados finales (6, 7 y 8)

Los últimos apartados del PAND son muy importantes, aunque en principio puedan parecer complementarios al apartado 5.
En el epígrafe 6 se habla de los costes sociales y económicos de la desertificación, prestando especial atención al coste que supondría no actuar (coste de la inacción).
En el epígrafe 7 se establece el marco económico del PAND, apartado importantísimo en el que se hacen las previsiones de inversión para los próximos años, aunque con esto de la crisis se puede quedar en papel mojado.
Y en el epígrafe 8 se establece el marco institucional, que prevé la creación de los siguientes organismos:
- Observatorio de la desertificación en España (ODE)
- Oficina Técnica de la Desertificación

Análisis del PAND: 5. Elementos de la política nacional de lucha contra la desertificación

En el epígrafe 5 (dentro de la tercera parte del PAND: Propuestas de acción) se desarrolla la política nacional de lucha contra la desertificación. Por lo tanto, este capítulo es el núcleo central del PAND.
La desertificación en un fenómeno complejo y por ello demanda soluciones integradas. Deben armonizarse las acciones desde distintos sectores implicados a todos los actores. Los puntos de partida de la política contra la desertificación es el desarrollo sostenible y el espacio geográfico.
El PAND aborda dos cuestiones fundamentales: determinar las áreas con riesgo de desertificación y determinar las medidas de luicha contra la desertificación.
En cuanto a la determinación de las áreas de riesgo, se hace en función de varios indicadores: índice de aridez, pérdidas de suelo, incendios y sobreexplotación de acuíferos.




El mapa nos muestra que las zonas de mayor riesgo de desertificación se concentran en el sureste y en las islas Canarias, donde la situación es muy preocupante. Por otra parte, en ningún mapa del PAND, no aparecen Ceuta y Melilla, lo cual considero es un error político de gran calibre que debe ser subsanado a la mayor brevedad. Las cifras se pueden consultar en el documento. A modo de resumen, la superficie con riesgo muy alto es 1.029.517 ha (2,03 % de la superficie nacional) y con riesgo alto 8.007.906 (15,82 %).
A continuación el PAND desarrolla las medidas de lucha contra la desertificación. Las medidas son relacionadas con el uso de la tierra, la ordenación de los recursos hídricos, la conservación del suelo, la selvicultura, las actividades agrícolas, la ordenación de pastizales y praderas, y la protección contra incendios forestales.
Posteriormente se planifica la coordinación de políticas y las líneas de acción específicas de lucha contra la desertificación, que son:
1. Creación de un Sistema Integrado de Evaluación y Vigilancia de la Desertificación en España.
2. Análisis, divulgación y explotación de resultados de programas de Investigación, Desarrollo e Innovación Tecnológica sobre desertificación. Promoción de estudios y proyectos. Reforzamiento del Proyecto LUCDEME.
3. Incorporación de los sectores sociales afectados al desarrollo del PAND.
4. Restauración de tierras afectadas por la desertificación: Ordenación y restauración de cuencas en zonas áridas y semiáridas degradadas
5. Fomento de la gestión sostenible de los recursos naturales en zonas afectadas por la desertificación: Red de Proyectos Demostrativos de Restauración y Gestión Sostenible de Áreas Afectadas por Desertificación