martes, 22 de diciembre de 2009

Recolección de agua en Nazaret

Arqueólogos israelíes han descubierto en Nazaret una casa de la época de Jesús, muy cerca del lugar donde, según la tradición, el arcangel San Gabriel se apareció a la Virgen María. La casa descubierta es, según los expertos, una casa tradicional judía de la época. Se compone de dos habitaciones conectadas, un patio y una gruta subterránea. En el patio se ha encontrado una cisterna excavada en la roca donde se almacenaba el agua de lluvia. Este sistema de recolección de agua es propio de esta región, donde la escasez de agua obligaba a las familias a construir este tipo de elementos, ya que el agua no sólo era necesario para su uso en alimentación o aseo, sino también en determinados ritos hebreos de purificación.

martes, 15 de diciembre de 2009

MODIPÉ: Estudio de casos y ejemplos

Una buena preparación del suelo resulta crucial para el éxito de toda restauración vegetal en zona árida o en ladera aquejada por un proceso de desertificación por aridez edáfica. Conscientes de esta realidad, iniciamos en 1992 una línea de investigación que nos adentró en el interesante campo de la recolección de agua. En 1995 creamos el modelo hidrológico MODIPÉ con el objetivo de ofrecer una herramienta práctica a los técnicos y gestores con la que diseñar sistemas de recolección de agua, es decir, sistemas de preparación del suelo eficaces en la lucha contra la desertización. MODIPÉ es una herramienta sencilla de utilizar, debido a su formato informatizado, pero al poseer una consistente formulación matemática (fundamentada en la ecuación de continuidad y en el modelo del número de curva), puede resultar difícil de usar e interpretar en su totalidad, si no se dispone de una serie de ejemplos prácticos de apoyo y referencia. Sólo así pueden vislumbrarse las muchas aplicaciones y posibilidades del modelo.
Con este objetivo hemos redactado el documento titulado "MODIPÉ: estudio de casos y ejemplos". En él ofrecemos un buen número de casos de estudio, discutidos y resueltos en profundidad: microcuencas Negarim en Israel, ahoyados Zaï en Burkina Faso, zanjas de infiltración en Chile, estampados de suelo en Arizona, aterrazados en España, y un largo etcétera hasta completar un total de veinticinco casos y ejercicios.
El trabajo se estructura en tres capítulos principales: En el primero se abordan unas cuestiones básicas sobre la recolección de agua, sobre la oasificación y sobre el modelo MODIPÉ. La segunda parte es de transición; plantea y resuelve situaciones de complejidad intermedia. El tercer capítulo estudia ocho casos prácticos y complejos en profundidad. A este tercer bloque le sigue un pormenorizado capítulo en el que se detallan todos los conceptos, fórmulas y ecuaciones del modelo. Se ha puesto gran esmero en utilizar unos símbolos sencillos, claros y unívocos para todos los parámetros y variables que aparecen en el texto. Así mismo, se ha puesto especial atención en resolver cada cuestión con la máxima claridad, buscando en todo momento la sencillez en las explicaciones (aún a riesgo de incurrir en repeticiones y en pesadez).
Es nuestro deseo que este manual sea de utilidad a los técnicos oasificadores de todo el Mundo que se dedican a la encomiable labor de la restauración de ecosistemas enfermos, desertizados.
El documento se puede descargar en la zona de descargas de este blog (picha aquí) o en la web oasificacion.com.

jueves, 3 de diciembre de 2009

Mapa de regiones oasificables


Este mapamundi es una primera aproximación que permite conocer en qué zonas del Planeta es posible aplicar las metodologías de oasificación y del modelo hidrológico MODIPÉ. Busca responder a la pregunta ¿qué lugares pueden ser oasificados, caso de estar degradados?
El sistema de proyección seleccionado para el mapa es el de Winkel-Tripel, por ser equitativo a la hora de representar superficies de tierra emergidas.
Para la elaboración del mapamundi se han reclasificado dos capas cartográficas: el índice de aridez (DryLand_2) y la cartografía de la clasificación climática mundial de Köppen (según el mapa de Geiger de 1961). La primera permite identificar las regiones oasificables (en primera aproximación) mientras que la segunda ubica la situación de hielos.
Zonas hiperáridas _________________Desiertos templados y cálidos (amarillo)
Zonas áridas _____________________Zonas oasificables (verde)
Zonas semiáridas _________________Zonas oasificables (verde)
Zonas secas subhúmedas ___________Zonas oasificables (verde)
Zonas Köppen 61-EF (hielo) ___________Zonas de hielo (blanco)
Zonas Köppen 62-ET (alta montaña)_____Zonas de hielo (blanco)

Las zonas áridas se obtuvieron a partir del índice de aridez, que se calcula como cociente de la precipitación anual (P) y la evapotranspiración potencial anual (ETP). Este índice climático caracteriza la aridez del paisaje. Conviene señalar que este índice depende de factores exclusivamente climáticos, por lo que no considera elementos tan relevantes como las características hidrofísicas del suelo y la vegetación. No obstante a pesar de su sencillez, este índice es recomendado por el PNUMA y actualmente es el adoptado por la "Convención Internacional de Lucha Contra la Desertificación y la Sequía”.
Las zonas incluidas en el conjunto de datos son: hiperáridas (P/ETP < 0,05), áridas (0,05 < P/ETP < 0,2), semiáridas (0,2 < P/ETP < 0,5) y secas subhúmedas (0,5 < P/ETP < 0,65). Este conjunto de datos ha sido utilizado para definir el sistema de tierras secas del informe del milenio. El índice de aridez utiliza datos climáticos del periodo 1951 – 1980, a partir de los cuales se obtuvieron mapas climáticos mensuales sobre los que se calculó, finalmente, la media anual.
Este mapa formará parte de una nueva publicación ("MODIPÉ. Estudio de casos y ejemplos"), que estará disponible a partir del 11 de diciembre en www.oasificacion.com y en la zona de descargas de nuestro blog.

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Hidrología de Conservación de Aguas ¿qué es?

La Hidrología de Superficie Clásica se ha ocupado de los caudales de los ríos, de sus aportaciones y de sus caudales máximos. Su balance hídrico se expresa como:
P = It + I + Es + Ev
donde:
P = Precipitación
It = Intercepción
I = Infiltración
Es = Escorrentía superficial
Ev = Evapotranspiración.
En cambio, la Hidrología de Conservación de Aguas se basa en un balance diferente, que no sigue al agua en su recorrido, sino que se sitúa en un punto de una ladera y describe las diferentes componentes del agua que circulan por ese lugar. El balance se centra en la infiltración:
I = P - It - E + Es1 - Es2
siendo E la evaporación física desde el suelo, Es1 el agua que llega al lugar por escorrentía superficial y Es2 el agua que escapa de ese punto por escorrentía superficial.
La Hidrología de Conservación de Aguas, que puede considerarse como parte de la Ecohidrología, se fija en el agua que se queda y no en el agua que se va (que alimenta los cauces, que genera los hidrogramas y los caudales punta).
Este concepto fue bosquejado por Martínez de Azagra en diversas publicaciones relacionadas con el modelo hidrológico MODIPÉ, y desarrollado en la reciente publicación "Hidrología de Conservación de Aguas. Captación de precipitaciones horizontales y escorrentías en zonas áridas", concretamente en un capítulo firmado por A. Martínez de Azagra, J. del Río, L. Rojo y el que suscribe.
Véanse los siguientes posts de este blog:

Figura del libro citado, original de Martínez de Azagra

domingo, 29 de noviembre de 2009

Agua y Memoria. Sistemas hidráulicos tradicionales

El Grupo de Hidrología y Conservación ha abierto un nuevo blog llamado Agua y Memoria (http://proyectoaguaymemoria.blogspot.com/). Se pretende que sea un sitio de información, documentación y debate sobre los sistemas hidráulicos tradicionales, desde diferentes puntos de vista (tecnológico, histórico, etnográfico), con el objetivo principal de darlos a conocer y conservarlos. Los sistemas hidráulicos tradicionales son técnicas o elementos tradicionales o históricos relacionados con el agua, ya sea para su recolección o captación, almacenamiento, transporte, distribución, drenaje, aprovechamiento o uso, así como aquellos relativos a pasos de vías de comunicación sobre corrientes de agua.

viernes, 27 de noviembre de 2009

Alchub

Me comenta Andrés Martínez de Azagra que una palabra que hemos utilizado en algunas de nuestras publicaciones ha sido desterrada del diccionario de la Real Academia. Se trata de "alchub", un vocablo aragonés de origen árabe (al-yubb: el pozo, el calabozo oscuro), que aparecía en la Vigésima Primera Edición del diccionario RAE como sinónimo de aljibe o cisterna, y que sin embargo en la Vigésima Segunda (la actual) ha desaparecido. Andrés, que para las cosas de la lengua española es muy serio, pidió explicaciones, y muy amablemente la RAE le contestó: "voz dialectal de uso muy restringido y local".
Hasta ahora pensaba que la RAE estaba, entre otras cosas, para conservar nuestro rico vocabulario y, sin embargo, envían al desván del olvido a esta preciosa palabra. Si porque una palabra deje de utilizarse ya hay que quitarla del diccionario, al final con un folio tendremos más que suficiente: "tío", "flipas", "móvil" y poquito más.
El vocabulario castellano o español sobre el agua es riquísimo. Quizás sea oportuna una nueva entrada en el blog para tratarlo con un poco más de detalle. Boquera, aceña, acequia, gallipuente, acueducto, ... ¿valen menos que "bluyín" (pantalón vaquero)?.



Aljibe o alchub de Rodenas (Teruel) (www.panorama360.es)

martes, 17 de noviembre de 2009

La deforestación terminó con la cultura Nazca

No eran tan buenos hidrólogos como pensábamos. Los nazca construyeron importantes infraestructuras de riego y, sin embargo, desconocían la influencia de la vegetación arbórea sobre el ciclo hidrológico, sobre la generación de escorrentías y caudales. Así lo explica un artículo aparecido en Nature, y del que se han hecho eco periódicos como elpais.com (artículo de J. Cordero):
"Aunque nunca fue un imperio, la cultura nazca, que floreció en Perú más de mil años antes que la inca, tiene fama por derecho propio. Los enormes geoglifos que dejaron los nazca en las pampas desérticas del mismo nombre, y que sólo se pueden apreciar plenamente desde una avioneta que los sobrevuele, causan al visitante una mezcla de admiración y misticismo. No ha faltado quien ha sugerido que en realidad son obra de extraterrestres. Lo cierto es que siguen siendo un misterio que intriga a los investigadores, igual que la súbita desaparición de la civilización, alrededor del año 500 después de Cristo. En realidad, se cree que un fuerte fenómeno de El Niño causó severas inundaciones y desencadenó la decadencia de los nazca; pero un reciente estudio sugiere que éstos también tuvieron parte de responsabilidad en lo que bien podría considerarse una de las primeras catástrofes ecológicas causadas por la mano del hombre. La investigación, encabezada por David Beresford-Jones, del Instituto de Investigación Arqueológica de la Universidad de Cambridge y reseñada recientemente por la revista Nature, sostiene que si los nazca -que eran notables ingenieros hidráulicos- sucumbieron por los deslizamientos e inundaciones provocadas por el fenómeno de El Niño fue porque ellos mismos debilitaron sus suelos al talar extensos bosques, principalmente de huarango -un árbol que puede vivir más de mil años y es clave en su ecosistema-, para dedicar el terreno a cultivos agrícolas. "Siempre se ha recurrido a dramáticos fenómenos climáticos para explicar los cambios culturales en los Andes", señala Beresford-Jones en Nature. "Pero esto no se sostiene, si nos basamos en lo que sabemos sobre la cultura humana. Se da la imagen de una cultura estática, golpeada por acontecimientos sobre los que no tiene control. Los nativos americanos no siempre vivieron en armonía con su entorno".

Canal de riego nazca (wikipedia)

Mediante simulaciones hechas con ordenador, los investigadores muestran que las fuertes lluvias e inundaciones de un Niño severo -como el que efectivamente golpeó la costa peruana en ese tiempo, de acuerdo con los vestigios arqueológicos encontrados en la zona- podrían haber causado graves daños al complejo sistema de canales creados por los nazca para irrigar sus cultivos. Si los efectos fueron devastadores fue porque, al talar los bosques, los nazca eliminaron el complejo sistema de raíces que mantenía firme el suelo de sus valles. "Cuando El Niño llegó, se llevó consigo el suelo de la planicie, debido a que éste ya no era sostenido por el bosque. Esto causó la erosión y volvió inservibles los sistemas de irrigación", explica Beresford-Jones. Para corroborar esta tesis, Alex Chepstow-Lusty, paleoecólogo que trabaja en el Instituto Francés de Estudios Andinos, analizó muestras de polen de uno de los valles. El resultado dejaba claro que, mientras que los vestigios más antiguos correspondían a árboles como el huarango, las muestras posteriores pertenecían a cultivos como el maíz y el algodón. Después hay un cambio dramático: los sembrados desaparecen y son reemplazados por la mala hierba, la evidencia del desastre natural. Ésta finalmente también desapareció y dejó el terreno como está en la actualidad: convertido en un desierto".
Bosque de huarango (Prosopis pallida) en Perú

martes, 10 de noviembre de 2009

Restauración hidrológico-forestal en Tórtoles (más fotos)

En una entrada anterior hablamos de una de las restauraciones hidrológico-forestales más importantes de Castilla y León, la de Tórtoles (Ávila). Ahora insertamos algunas fotos más.


Dos diques de gaviones en un profundo barranco. La exitosa repoblación forestal junto con los diques han conseguido controlar los procesos erosivos en laderas y barrancos.

viernes, 23 de octubre de 2009

El pago por servicios ambientales (hidrológicos)

El pago por servicios ambientales es un mecanismo de compensación económica a través del cual los beneficiarios o usuarios del servicio hacen un pago a los proveedores o custodios del servicio (Riveros, 2005). Los servicios ambientales pueden ser muy concretos, como un caudal de río o un aprovisionamiento de madera, o más abstractos, como la captura de carbono o la belleza paisajística.
Lo fundamental de un esquema de pago por servicios ambientales es desarrollar un mercado en el que el proveedor del servicio reciba una compensación proveniente del usuario del servicio. La cantidad recibida sirve para que el proveedor adopte las prácticas de gestión adecuadas para mantener o elevar la calidad del servicio ambiental. En algunos casos, el pago puede servir para compensar el coste de oportunidad de una actividad productiva o extractiva que pondría en riesgo el servicio ambiental. El pago no debe entenderse necesariamente como una operación monetaria, ya que también puede realizarse mediante mejora de infraestructuras (caminos, depósitos de agua, etc.), servicios (médicos, escuelas, por ejemplo) u otros elementos de desarrollo rural (talleres, semillas, etc.). La forma de compensación puede variar desde un pago directo a los proveedores individuales hasta el establecimiento de un fondo que sea gestionado por los proveedores, los usuarios, el Estado y otros agentes sociales.
Algunas condiciones fundamentales para el establecimiento de un sistema de pago por servicios ambientales son (Riveros, 2005):
- Identificación clara del servicio ambiental y del papel del proveedor.
- Involucramiento de los potenciales proveedores del servicio.
- Reconocimiento de derechos de propiedad de facto del proveedor sobre el servicio o de los factores que afectan su origen o calidad.
- Planificación a largo plazo y en etapas diseñadas bajo diversos escenarios.
- Disponibilidad de información técnica de base.
- Objetivos de conservación y sociales claramente definidos.
- Capacidad institucional para el manejo de la información, la administración financiera y para asegurar la participación de todos los actores sociales involucrados.
- Disposición de los usuarios para compensar económicamente a los proveedores.
- Mecanismos financieros y administrativos que aseguren la transparencia de los pagos y su transferencia final.
- Medios físicos que mantengan un flujo actualizado de información entre los usuarios y los proveedores.
- Sistema de seguimiento del sistema y de la retribución efectiva del pago mediante la cantidad o calidad del servicio.
Es preciso tener en cuenta, antes de proponer un sistema de pago por servicios ambientales, la verosimilitud de la relación causa-efecto que sustenta el servicio ambiental. Si no existe una verificación empírica, a menudo se emplean tópicos como “la reforestación aumentará la disponibilidad de agua” o “la reforestación reducirá el riesgo de inundaciones”, por ejemplo. Pero es necesario evaluar científica o técnicamente estas aseveraciones, para lograr la credibilidad del sistema entre los agentes implicados. También es recomendable comparar el sistema con otras alternativas de conservación y gestión, que pudieran ser más eficaces (Riveros, 2005).
Los esquemas o sistemas de pago por servicios ambientales se han convertido en una realidad en varios lugares del mundo, especialmente en Latinoamérica. Para cada situación concreta habrá que desarrollar un sistema ad-hoc de acuerdo a sus particularidades.
El sistema de pago por servicios ambientales, tan en boga en países iberoamericanos, apenas ha llegado a España. La prestigiosa revista The Economist en uno de sus números de abril de 2005, llevaba a su portada el titular “Rescuing environmentalism (and the planet)”, y en sus páginas interiores aparecía un artículo editorial titulado “Are you being served?”. En él se defiende la entrada del ambientalismo en la economía. Afirma que la ciencia aporta suficientes evidencias de que el medio natural produce grandes beneficios económicos, aparte de los evidentes y tangibles como madera y peces, por ejemplo. Los servicios ecológicos implican costes y beneficios que pueden y deben valorarse económicamente. Ya no existe ninguna excusa para pensar que estos costes y beneficios no pueden cuantificarse.
Por ejemplo, el gobierno de la ciudad de Nueva York se dio cuenta de que debía gastar una suma considerable de dinero para conseguir agua de calidad para el consumo humano a través de plantas depuradoras, mientras que obtenía el mismo resultado por mucho menos dinero si incentivaba a los agricultores para que desarrollaran buenas prácticas agrícolas.
En Costa Rica existe un esquema de pago por servicios ambientales en el cual se paga una elevada cantidad de dinero anual, una parte por compañías hidroeléctricas por recibir servicios tales como un caudal circulante regulado o retención de sedimentos y control de la erosión, otra parte por consumidores privados de agua, que lo utilizan para riego, y una tercera parte por el gobierno del país, por suministrar agua a las ciudades y por mantener un paisaje agradable para el recreo y el ecoturismo.
En algunos lugares los sistemas son financiados totalmente por empresas privadas. Por ejemplo, en Columbia, grandes productores agrícolas de Cauca Valley pagan por la ejecución de proyectos de ordenación de cuencas hidrológicas, que pretenden la reforestación y el control de la erosión. En Francia, la conocida embotelladora de agua mineral Perrier-Vittel, ha encontrado necesario hacer repoblaciones forestales en algunas partes de cuencas eminentemente agrícolas y pagar a los agricultores para que practiquen la agricultura ecológica, con la finalidad de preservar la calidad de los productos de la empresa.
Extracto de: Mongil, J.; 2005. Desarrollo rural sostenible en la complejidad ecológica y ambiental de Castilla y León (España). En: Salinas, F.; Herranz, J.M.; Albarrán, C. (Eds.); 2005. Desarrollo rural y economía social: Situación, debate y retos. Servicio de Publicaciones Universidad Católica de Ávila. Salamanca. ISBN 84-96311-07-4. Págs. 125-153.
Referencias:
RIVEROS, J.C. Pago por servicios ambientales. www.wwfperu.org.pe/que_hacemos/
PagosporServiciosAmbientales.htm, 2005.

miércoles, 7 de octubre de 2009

Captación de escorrentía y restauración forestal en Israel

Las técnicas tradicionales de restauración forestal (en el limite entre la zona mediterránea y la zona semiárida) han dado buenos resultados. Angeles Forest.

Terrazas de piedra en el bosque Meitar.

Caballones según curvas de nivel en Meitar (Israel). En esta repoblación los caballones tienen unos 0,60 m de altura, la separación entre líneas aproximadamente 10 m y entre árboles de la misma línea de 4 a 6 m (densidad de plantaciones 200 arboles por hectárea, similar a las sabanas).

Limanim (plural de liman) en Israel. Es una de las técnicas más extendidas para la restauración forestal en este país. Pueden construirse aislados o escalonados en un cauce (wadi), como en este caso.

Repoblación forestal en la pequeña cuenca de Kfar Adumim, a 25 Km al oeste de Jerusalén. Se hicieron limanim y caballones.

Repoblación con caballones según curvas de nivel en Meitar.

Michael Evenari estudió durante el siglo XX las técnicas tradicionales de recolección de agua practicadas por los nabateos en la antigua ciudad de Avdat, en el Néguev (Evenari, 1989). En la imagen puede observarse el estado actual de las plantaciones experimentales conocidas como Avdat Farm que establecieron Evenari y sus colaboradores.

Restauración de la vegetación en el lecho de un wadi, en el norte del Néguev.

martes, 6 de octubre de 2009

Contenidos del libro "Hidrología de Conservación de Aguas"

1. INTRODUCCIÓN A LA CAPTACIÓN DE LAS PRECIPITACIONES HORIZONTALES Y DE LAS ESCORRENTÍAS
1.1. Recolección de agua en ambientes áridos para el desarrollo agrícola y forestal.
1.2. Las precipitaciones. Aportaciones hídricas extraordinarias a partir de las precipitaciones horizontales y los árboles fuente.
1.3. Experiencias de captura de nieblas en zonas áridas y semiáridas. Aplicación a la repoblación forestal.
1.4. Sistemas tradicionales de recolección de escorrentía en laderas.
1.5. Rocío y humedad, nuevos recursos de agua.
2. CONSIDERACIONES Y CRITERIOS PARA LA CAPTACIÓN DE NIEBLAS Y ESCORRENTÍAS
2.1. Captación de nieblas. Aprender de la experiencia de Chungungo en Chile.
2.2. Captación de nieblas en las islas Canarias.
2.3. Hidrología de Conservación de Aguas.
2.4. Captación de agua de escorrentía en Chile y su aplicación a la repoblación forestal.
2.5. Recolección de agua para la restauración forestal en Israel.
2.6. Metodología de diseño de obras de conservación de suelo y agua: canales de desviación y zanjas de infiltración.
2.7. Hidrología de Conservación de Aguas aplicada al diseño de sistemas tradicionales de captación de escorrentía.

Navarro, J.; Martínez de Azagra, A.; Mongil, J. (Coords.); 2009. Hidrología de conservación de aguas. Captación de precipitaciones horizontales y escorrentías en zonas secas. Universidad de Valladolid, Secretariado de Publicaciones e Intercambio Editorial. Salamanca.
ISBN: 978-84-8448-511-7
Coordinadores: J. Navarro, A. Martínez de Azagra, J. Mongil.
Autores de los capítulos: J. Navarro, A. Martínez de Azagra, J. Mongil, A. Acosta, A. Gioda, F. Moutarde, M.E. Sánchez, M. García, D. Beysens, I. Mylymuk, A. Dejoan, J. Redondo, C. Sánchez, J. del Río, L. Rojo, R. Pizarro, C. Sangüesa, J.P. Flores, E. Martínez, D. Evlagón, M. Lemus, G. Navarro.

viernes, 25 de septiembre de 2009

Nuevo libro y nuevas ideas: Hidrología de Conservación de Aguas

Acaba de aparecer un nuevo libro que, aunque al decirlo peque de inmodestia por ser uno de los coordinadores, creo que tiene un gran interés.
Se titula "Hidrología de Conservación de Aguas. Captación de precipitaciones horizontales y escorrentías en zonas secas", y sus coordinadores son Joaquín Navarro, Andrés Martínez de Azagra y el que suscribe.
Con la panorámica actual del planeta: superpoblación, recursos hídricos deficientes, carencias energéticas, calentamiento global y riesgo de desertificación, resulta necesario conocer mejor los sistemas y estrategias que nos permitan disponer de nuestro vital elemento, el agua, para establecer proyectos de abastecimiento, cultivo y forestación económica y ambientalmente sostenibles.
Este documento intenta explorar, indagar y difundir parte de los sistemas que el hombre ha desarrollado en regiones donde tradicionalmente escasea el agua. Se centra en la captura, recolección o “cosecha” de agua, a partir de las precipitaciones horizontales (nieblas, rocíos,…), las escorrentías en laderas y las esporádicas crecidas de arroyos, torrentes, ramblas y wadis. Sistemas, como las presas, pozos, galerías drenantes, etc., quedan fuera de su objetivo.
En este trabajo se habla de árboles fuente, como el mítico til de la isla de El Hierro (Canarias), que abastecía con agua de niebla a los Bimbaches; de los atrapanieblas de Chungungo (Chile), en el desierto de Atacama, que proporcionaban 30 l/día y habitante; de los modernos sistemas de captura de nieblas implementados en Canarias y de las técnicas actuales de recolección de rocío; se describen los sistemas de captación de escorrentías en ladera (limanim, zanjas de infiltración, caballones,…), así como los que se nutren de la desviación de crecidas como las boqueras, las gavias, etc. Estos sistemas, prueban que las poblaciones que los han implementado, han satisfecho sus necesidades de abastecimiento, higiene, incluso han desarrollado cultivos, huertos o reforestado tierras para mejorar su situación.
Por otro lado, se desarrolla una nueva perspectiva: la Hidrología de Conservación de Aguas. Hidrología que busca luchar contra la desertificación del Planeta a partir de la oasificación: conseguir que el agua no escape a través de la escorrentía incontrolada. La recuperación ecológica o forestal de un territorio depende del agua que ponemos a disposición de las plantas. Esta agua debe ser suficiente para mantener su ciclo vital. Conociendo la necesidad hídrica, la dotación para la planta depende de: lo que precipita en su área de explotación vegetal, más lo que escurre en el área de impluvio en torno a ella. Esta última dosis debe satisfacer el déficit hídrico de la lluvia en el área de recepción. El análisis detallado del balance hidrológico local, es aquí resuelto, levantándose los cimientos de esta Hidrología de Conservación de Aguas.
Desde estas líneas, se desea promover la protección, conservación, difusión, el diseño y puesta en marcha de los sistemas de captación de agua para saciar la sed de algunas de las zonas áridas de nuestro Planeta. La Hidrología de Conservación de Aguas, junto a las técnicas de captura del agua de niebla o la humedad atmosférica , pueden conseguir la oasificación de las tierras secas.

miércoles, 16 de septiembre de 2009

Los bancales de Gran Canaria

Este verano tuve la suerte de estar con una de las personas que más saben de bancales en nuestro país. Se llama Lidia Romero y es profesora de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Ella lleva varios años estudiando los bancales de la cuenca del barranco Guinigüada, en Gran Canaria, y tiene publicados varios artículos al respecto, de los que he sacado algunas notas que comento a continuación.
En Canarias, la construcción de bancales se produce debido a la escasez de superficies de vocación agrícola en las zonas llanas (vegas), y por la necesidad de ampliar la superficie cultivada según aumenta la población y sus demandas de alimento.

Bancales de costa en la periferia de Las Palmas de Gran Canaria.

En el barranco Guinigüada, los bancales ocupan el 46 % de la cuenca. La tipología de los bancales es variada, distinguiéndose los bancales de cumbre, de medianías y de costa. Los cultivos más frecuentes son, desde las zonas altas a las bajas: cereales forrajeros, papas, cítricos y plataneras. Los muros de mampostería en seco o piedra seca también son diversos: cantos rodados, rajuelas de fonolitas, hileras de ignimbritas y mampostería ordinaria de basalto con y sin ripios.

Bancales de medianías (Las Lagunetas)

Muchos bancales se han ido abandonando desde la década de los 60, y uno de los objetivos de investigación es qué ocurre con los terrenos abandonados y cómo se ven afectados por la erosión. Por otra parte, no todos los bancales tienen el mismo interés paisajístico ni el mismo valor de conservación. Pero los terrenos abancalados, en general, suponen un patrimonio agrario tradicional que conviene conservar, no sólo por sus valores paisajísticos sino también por sus efectos positivos frente a riesgos naturales.

jueves, 3 de septiembre de 2009

Setos vivos frente a la erosión

Ya hemos hablado otras veces del blog "Un universo invisible bajo nuestros pies" (http://weblogs.madrimasd.org/universo/) que elabora magistralmente Juanjo Ibáñez y que recomendamos vivamente a todos los amantes de la edafología.
Hace unos días publicó un artículo sobre el empleo de barreras de vegetación o setos vivos en la lucha contra la erosión especialmente en la agricultura. Recogía, asímismo, otro artículo sobre el mismo tema de Ann Perry. Por su interés, los reproducimos a continuación.
Prevención de la erosión mediante setos vivos o barreras de vegetación
por Juan José Ibáñez
Desde tiempos ancestrales, el ser humano ha utilizado todo tipo de tecnologías a su alcance con vistas a evitar la erosión de los cultivos en laderas. Unas consistían en terrazas o bancales elaborados con piedra, mientras que otras eran setos vivos. Del mismo modo, la “labranza 0” (cultivo sin laboreo) también fue una práctica habitual en las culturas aborígenes neolíticas. Hoy vuelve a ser fomentada al objeto de frenar la pérdida de suelo. La noticia que os proporcionamos hoy, da cuenta de la bondad de tales técnicas. Nada nuevo bajo el sol. Sin embargo, se trata de de un estudio serio, que al contrario de otros, ha acarreado mucho tiempo y trabajo, por lo que los resultados debieran ser más rigurosos. Obviamente, desde un punto de vista conceptual, no aportan nada que no se conociera con antelación cualitativamente. En cualquier caso, haremos uso de esta material con el propósito de mostraros más información que se nos antoja relevante.
La praxis campesina, como diría nuestro amigo etnoedafólogo Francisco Bautista resulta ser conocimiento adquirido mediante ensayo y error, durante centurias e incluso milenios. He visto y leído a cerca de la construcción de setos vivos en los ambientes más dispares. Por ejemplo, en Cabo de Gata (Almería, Andalucía España), una de las zonas más áridas de Europa, utilizan las chumberas, que adicionalmente proporcionan alimento para el ganado y el hombre. Se trata de un ejemplo entre otros muchos. Eso sí, mientras los tradicionales bancales de la Europa mediterránea se desmoronan por falta de mantenimiento, generando la erosión de los suelos que ayudaron a generar, por otra parte seguimos redescubriendo la dinamita. La planta que utilizan los autores del estudio no debe importarnos, debido a cada ambiente requerirá las más adaptadas al lugar y si son naturales de esta tanto mejor.
Resulta relevante mencionar que tal proceso no “impide” la erosión, si no que retiene los sedimentos liberados por los efectos erosivos en ciertos enclaves de la ladera. De este modo, se evita su pérdida y exportación por las aguas de escorrentía hacia las cuencas de drenaje. De hecho, me comentaban campesinos asturianos (Cornisa Cantábrica, España), que cada cierto tiempo, recogían con palas los materiales de los montículos creados, retornándolos ladera arriba, haciendo uso de carros y bueyes. ¡Mucho trabajo!, desde luego. Pero aquellos enclaves son muy fértiles y las producciones relativamente abundantes, al contrario que en Cabo de Gata, por lo que se requiere menos espacio a la hora de obtener la misma producción. En consecuencia, el paisano puede echarle más tiempo a cuidar espacios reducidos, algo impensable en ambientes áridos (excepto bajo invernaderos y haciendo uso de aguas subterráneas). Sin embargo, cuando los setos vivos se encuentran bien construidos, y se les permite madurar, con vistas a que su cobertura aérea y sistemas radiculares se desarrollen densamente, su eficacia aumenta considerablemente, como era bien sabido, y los autores del estudio constatan. No obstante, la historia queda truncada, ya que queda algo muy interesante que narrar.
Cuando tales barreras maduras de setos y/o arboledas perduran en el tiempo, generan rupturas jalonadas de las pendientes, induciendo a que las terrazas o bancales “sin muretes de piedra” llegan a constituirse por si solas, o con alguna ayuda marginal por parte del hombre. Si adicionalmente, en el borde de la barrera viva se cavan zanjas de unas decenas de centímetros, las aguas pluviales se retienen durante más tiempo, infiltrando una mayor proporción de las mismas, en detrimento de la que se pierde rápidamente por escorrentía superficial. De este modo, se moja todo el perfil, lo cual redundará en una mayor producción agropecuaria (este sistema también se utiliza en Europa para obtener prados de siega). Los problemas de encharcamiento son raros, por cuento la pendiente siempre ayuda a que el agua se evacue naturalmente, gracias a la acción de la gravedad. Y de este modo llegamos, más o menos a los sistemas que en la bretaña francesa denominan bocages, de los que ya hemos hablado en otros post precedentes. Aquellos paisajes eren bellos y sustentables. Sin embargo, por obra u gracia de la revolución agraria de los años sesenta, y el asociado uso de maquinaria pesada y agroquímicos, fueron arrasados en buena medida. Años después, las autoridades competentes (o mejor dicho incompetentes) galas se percataron de su grave error. Lo mismo ocurrió con los tradicionales setos del Reino Unido. Misma acción: consecuencias igualmente desastrosas.
Un efecto colateral de los setos deviene en crear diferentes microambientes en una misma parcela, debido a las diferencias dimanantes de la redistribución de los suelos, sombra de los setos, etc.), aspecto que suele detestar la agricultura industrial que desea la mayor homogeneidad posible. También menos incidido con anterioridad acerca de las ventajas de que proporciona una cierta heterogeneidad ambiental con vistas a estabilizar las producciones agrarias, al contrario de lo que induce la homogeneización del pedio o parcela.
Finalmente, digamos que la vegetación natural también tiende a formar franjas en muchos ambientes de ladera. Así por ejemplo, en las zonas pastorales semiáridas de Almería, las estipas (un tipo de gramíneas altas) tienen a formar bandas perpendiculares a las líneas de pendiente si no son sobrepastoreadas, actuando como trampas de sedimentos en unos ambientes muy hostiles, con abundantes calveros y lluvias escasas pero torrenciales, es decir, con gran poder erosivo. Como otras semejantes de la altamontaña, los expertos las denominan “terracetes”.

Setos vivos junto muretes de piedra, paisaje típico del SE asiático (FAO)

Setos vivos y cultivos en fajas (FAO)

Setos vivos para controlar la erosión
Por Ann Perry
Los granjeros pueden ayudar a preservar el suelo y proteger la calidad del agua plantando setos vivos para atrapar el sedimento que de otra manera podría ser arrastrado por el escurrimiento del campo. Científicos del Servicio de Investigación Agrícola (ARS) en el Laboratorio Nacional de Sedimentación mantenido por el ARS en Oxford, Misisipí, han calculado la cantidad de erosión del suelo prevenida por estos setos vivos, y han verificado las predicciones de la Ecuación Universal Revisada de Pérdidas de Suelo, versión 2 (RUSLE2 por sus siglas en inglés).
Agrónomo Seth Dabney
, hidrólogo Glen Wilson e ingeniero agrícola Robert Cullum colaboraron con ingeniero agrícola Keith McGregor (ahora retirado) en una serie de estudios durante 13 años para evaluar la eficacia de los setos vivos de pasto para controlar la erosión en los sistemas de cultivar algodón con la labranza convencional o la cero labranza en hileras anchas o hileras ultra estrechas.
Los investigadores establecieron franjas continuas de una sola hilera del césped miscanthus, el cual es un pasto perenne alto, de un lado al otro de los puntos más bajos de parcelas de 72 pies de largo que tuvieron una bajada del 5 por ciento. Luego ellos observaron la cantidad de sedimento atrapada por la vegetación de ambos los campos de la labranza convencional y los de la cero labranza, con hileras anchas y hileras ultra estrechas.
Los setos vivos eventualmente se expandieron a una yarda de ancho y se cortaron dos a tres veces cada año después de que el pasto llegó a una altura de 5 a 6,5 pies. Los científicos descubrieron que la capacidad de los setos vivos de atrapar el sedimento aumentó a la vez que las barreras se maduraron. Los setos vivos eran más eficaces en interceptar sedimento que se escurrió de los campos cultivados convencionalmente, posiblemente porque la material que se escurrió de los campos de la cero labranza fue compuesta de partículas más pequeñas.
Los setos vivos capturaron aproximadamente el 90 por ciento del sedimento erosionado de los campos de la labranza convencional que tuvieron hileras ultra estrechas, y solamente como el 50 por ciento del sedimento de los campos de la cero labranza. Sin embargo, la pérdida real de suelo de las parcelas que tuvieron la cero labranza—con o sin los setos vivos—fue mucho menos que la pérdida de las parcelas cultivadas convencionalmente con o sin los setos vivos, porque la utilización de la cero labranza ayuda a mitigar la erosión.
El grupo también descubrió que la eficacia de los setos vivos fue aumentada cuando la hierba cortada se permitió a acumularse en la cuesta arriba de los setos vivos. Pero aun si se quita toda la hierba cortada de los setos vivos de pasto que tienen una altura de más de 1,5 pies para utilizar esa hierba cortada como pienso para el ganado o en la producción de bioenergía, los setos vivos todavía pueden ayudar a controlar la erosión del suelo. Los setos vivos podrían ser especialmente valiosos si las tierras altamente erosionables en el Programa de Reservas para la Conservación
(CRP por sus siglas en inglés) del Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA por sus siglas en inglés) se vuelven a la producción agrícola.
Setos vivos del césped Miscanthus pueden capturar hasta el 90 por ciento del sedimento que se erosiona de los campos de cultivos, según los resultados de nuevos estudios por científicos del ARS (…). Los resultados de este estudio fueron publicados en la revista Soil Science Society of America Journal
(Revista de la Sociedad Americana de Ciencias del Suelo).

Conservación de suelos en el incendio de Guadalajara

El desgraciado incendio forestal de Guadalajara de 2005 se cobró la vida de 11 miembros de un equipo de extinción, y calcinó 10.353 ha de masas de pino resinero, sabina mora y roble, 2.380 ha de matorral y pasto y 155 ha de superficie no forestal.
A continución se muestras algunas imágenes del verano siguiente, cuando aún había muchos árboles quemados en pie, se había iniciado el aprovechamiento forestal de la madera quemada y se habían tomado algunas medidas de conservación de suelos, como la acumulación de restos leñosos formando fajas en laderas y barrancos.
Masa de pinar calcinada y en pie un año después del incendio.

Arrastre de materiales sólidos por erosión hídrica en una ladera quemada.

Cordones de restos vegetales para reducir la erosión hídrica.

Acumulación de restos en pequeños barrancos.

martes, 1 de septiembre de 2009

Las gavias de Fuerteventura

Las gavias no sólo son un sistema de recolección de agua o de irrigación sino de todo un agrosistema, que implica determinadas prácticas de laboreo, ingeniería hidráulica, irrigación, cultivos, etc. (Perdomo, 2002)Es un sistema típico de las islas Canarias, aunque similar a otras técnicas como los meskat/mankaa de Túnez, los m’goud también de Túnez, el riego de boqueras del levante peninsular, la agüera de Aragón, el cap de rec de Baleares o las cajas de agua de México.
Según Perdomo (2002), se denomina gavia a la parcela de cultivo, es decir, un terreno agrícola circundado por un caballón de tierra o de piedra y tierra, llamado trastón, con una altura media entre 0,6 y 1 m. Las dimensiones de estos terrenos suelen ser de unos 3.000 m2, aunque los hay de varias hectáreas y de unos cientos de metros cuadrados. A ellos se conducen las aguas de escorrentía, mediante unos canales llamados recogederos o caños, con el objeto de propiciar su lenta infiltración, lo que se denomina "beber la gavia", y obtener un nivel de humedad que permita el cultivo de cereales o leguminosas. La entrada de agua a la gavia se realiza a través de una torna, que puede sencilla como un mero rebaje en el caño o compleja como una compuerta. Cada gavia tiene un rebosadero, en el extremo contrario de la entrada de agua, reforzado con piedras para evitar su rotura, que permite la evacuación del agua sobrante hacia otra gavia situada más abajo o hacia el cauce de un barranco. El control de las aguas se hace de forma manual o mediante compuertas. También el propio caño puede ser usado como rebosadero, dejando este a nivel, de tal forma que llenada la gavia hasta un cierto punto el agua rebosaría en el sentido contrario. Una norma constructiva tradicional dice que el desagüe debe tener al menos el doble de la anchura de la torna, pudiendo ser algunos de más de 1,5 m de ancho.
El principal interés de las gavias es que permite el cultivo en lugares donde no serían factibles sin este sistema. Además, evita las pérdidas de suelo, ya que la gavia retiene los lodos y sedimentos que transportan las aguas de escorrentía. Esto le convierte también en un sistema de oasificación, puesto que además de recoger agua, recolecta sedimentos y nutrientes.

Vertedero de gavia en Agua de Bueyes (Fuerteventura)

Gavia en Agua de Bueyes (Fuerteventura)


Foto aérea de las gavias de Ajuí (Fuerteventura)
Gavias en Ajuí (Fuerteventura)

Gavia en Ajuí (Fuerteventura)
Algo de bibliografía sobre gavias:
Perdomo, A.C. (2002). Semejanzas y diferencias entre dos sistemas de cultivo de las regiones áridas y montañosas de Canarias y Túnez: los nateros y los jessour. El Pajar: Cuaderno de Etnografía Canaria, 12.
Perdomo, A.C. (2002). El sistema de cultivo en “gavias” de Fuerteventura (Islas Canarias – España): la gestión del agua en un espacio árido. Antología sobre pequeño riego. Sistemas de riego no convencional, Vol. III.
Perdomo, A. C.; Palerm, J.; 2002. Las “gavias” de Canarias y las “cajas de agua” mexicanas: dos soluciones semejantes en distintas orillas del Atlántico. XV Coloquio de Historia Canario-Americana.

lunes, 31 de agosto de 2009

Otro barranco aterrazado

Hace unos días me encontré con otro barranco aterrazado en la provincia de Teruel. En este caso el cauce tiene menor anchura y pendiente, pero no por ello menos interés. Se sitúa en el municipio de Cella.


sábado, 15 de agosto de 2009

Seminario Internacional Cosecha de Agua

Esta es la información que nos envía Adolfo Salinas desde la Universidad Nacional de Costa Rica. Para más información: www.cemede.una.ac.cr/cemede

Invasores de los ríos

Quizás uno de los impactos más importantes que los ríos reciben es la introducción o llegada de especies exóticas de plantas y animales. Aunque el problema no es nuevo, cada año siguen apareciendo en nuestros ecosistemas fluviales especies impropias, muchas de ellas peligrosas por su capacidad invasora y/o por poner en peligro el equilibrio biológico de estos ecosistemas. Vamos a hacer un repaso a algunas de las especies más impactantes.
En primer lugar hay que citar al cangrejo rojo americano, cuyo origen natural es el noroeste de México y centro y sur de Estados Unidos. Llegó a España hace unos 36 años, cuando el archiduque Andrés Salvador Habsburgo trajo 100 kilos de EEUU y los soltó en los arrozales de su finca de Badajoz. De ahí escapó y se extendió por buena parte del territorio nacional, ayudado por otras sueltas intencionadas para la pesca y posterior degustación gastronómica. (aunque su valor en este sentido es inferior al del cangrejo autóctono). Puede producir daños en el suelo y en los cultivos adyacentes a los ríos y arroyos, además de la prelación de anfibios y sus efectos negativos en las escasas poblaciones del cangrejo autóctono.

www.sierradebaza.org

La almeja asiática, cuyo origen está en los lagos y cursos fluviales asiáticos, compite por los recursos y el espacio con especies autóctonas, altera la cadena trófica y obstruye tuberías y otras instalaciones. Su entrada pudo ser accidental a través de embarcaciones transoceánicas.
Otro bivalvo, el mejillón cebra, está siendo desde 2001 un problema importante en muchos ríos peninsulares, especialmente de la cuenca del Ebro (se ha llegado a detectar en este río en Miranda en la provincia de Burgos). Procede de los mares Negro y Caspio. Además de las implicaciones ecológicas, sus colonias taponan conducciones.
El galápago de Florida compite con los galápagos nativos, cuyas poblaciones ya de por sí tienen problemas de conservación. Esta tortuga tiene su área de distribución natural en el sureste de EEUU y noroeste de México. Entró en el medio natural español por la liberación incontrolada de personas que lo compraron como animal de compañía.
El visón americano, con origen norteamericano, entró en nuestro país a través de granjas del sector peletero, de las que escaparon o fueron soltados intencionadamente un buen número de ejemplares. Su principal problema es que se ha constituido en un fuerte competidor de la especie autóctona, el visón europeo.

www.bloganimalia.com

En cuanto a las especies vegetales, quizás la que más y mejor se extiende por las riberas de los ríos es el ailanto. De origen chino, entró en España en el siglo XIX para ser utilizada en jardinería y márgenes de carreteras. Resiste bien la sequía y todo tipo de suelos, pero en las cercanías de los ríos, con abundante humedad y nutrientes coloniza terrenos de forma rápida.

lunes, 20 de julio de 2009

La hidrología y la restauración forestal en el 5º Congreso Forestal Español

Hay dos mesas temáticas en el 5º Congreso Forestal Español, que se celebrará en Ávila del 21 al 25 de septiembre, que tienen relación con el tema de este blog. La MT 3 trata de la "Conservación y mejora de recursos genéticos y restauración forestal", y la coordina Rafael Zas Arregui (CSIC, Pontevedra). Y la MT 5 titulada "Montes y agua, el papel de la hidrología forestal" cuyo coordinador es Juan Carlos Giménez Fernández (profesor de hidrología de la Universidad de Extremadura). Nadie es profeta en su tierra.

lunes, 13 de julio de 2009

Restauración hidrológico-forestal en Tórtoles

En el pequeño pueblo de Tórtoles (Ávila) se realizó hace unas décadas (aún desconozco la fecha exacta) una restauración hidrológico-forestal en las laderas situadas sobre el pueblo. Consistió en la repoblación forestal y la construcción de más de una docena de diques de gaviones.

Situación de dos de los varios barrancos formados en las laderas de Tórtoles. Algunos de ellos, fuera de la foto, se sitúan justo por encima del pueblo.

Diques de gaviones junto a una casa.

Diques de gaviones.

Otro dique de gaviones.

domingo, 12 de julio de 2009

Bomba eólica

En la foto se observa una bomba eólica en una finca ganadera de Colonia (Uruguay). El mecanismo consigue elevar el agua de un pozo mediante un mecanismo de accionamiento eólico. Puede encontrarse información sobre este sistema en el Boletín FAO de Irrigación y Drenaje nº 50 (1994). En España aún pueden verse muchas, pero me da la impresión que cada vez menos. Conozco una bastante bonita en Los Negrales (sierra de Madrid).

lunes, 6 de julio de 2009

La Gomera: montes y agua

Este es el título de un curso de verano, que aborda el estudio de los recursos hídricos y ambientales de la Gomera desde varias perspectivas, la técnica, económica y la social. Para ello se aborda el estudio de los aspectos ambientales y sociales que han caracterizado a la Gomera en los últimos años, como son el estudio de sus recursos hídricos, su aprovechamiento mediante presas y galerías, las medidas de protección de su territorio y sus montes, su singular agricultura. El agua como elemento imprescindible del medio natural participa de los valores sociales que los habitantes de ese medio le atribuyen. Las características de las actividades agrícolas y forestales de la isla han condicionado la percepción de los valores sociales del agua por sus habitantes Todo ello ha generado en los habitantes de La Gomera un impacto social y medioambiental que se expone y se estudia en el presente curso de verano.
El director del curso es Juan Carlos Santamarta, de la Universidad de La Laguna.

miércoles, 1 de julio de 2009

Recolección de agua...¡por una planta!

La planta, conocida localmente como ruibarbo del desierto, Rheum palaestinum, es común en los desiertos de Israel y Jordania, y tiene la peculiaridad de que con sus hojas canaliza el agua de lluvia hacia las raíces. De acuerdo con los investigadores Simja Lev-Yadon, Gidi Neemán y Gadi Katzir, de la Universidad de Haifa (norte de Israel), este tipo de ruibarbo puede absorber hasta 16 veces más cantidad de agua que las plantas que crecen en su medio. «Se trata del primer caso a escala mundial de una planta que se autoirriga. No conocemos otra que funcione de esta manera», ha explicado el botánico Gidi Neeman. Los tres científicos se percataron hace años del gran tamaño de las hojas, inusual en zonas desérticas, y decidieron estudiar su morfología y cómo afectaba al óptimo desarrollo y florecimiento de la planta. El ruibarbo crece en Israel en las montañas del desierto del Negev (sur del país), donde las precipitaciones son particularmente bajas, 75 milímetros anuales. A diferencia de otras especies de la misma zona, que tienen pequeñas hojas para minimizar la pérdida de humedad, las rosetas de una a cuatro hojas del ruibarbo pueden alcanzar un diámetro de un metro, dispuestas a modo de paraguas para mejorar la recolección de las escasas lluvias.En el mecanismo de auto-irrigación juega un papel primordial una cutícula de cera en sus hojas que repele el agua de lluvia, haciéndola fluir directamente hasta la raíz principal y concediéndole reservas extras a la planta para su florecimiento.

Flora of Israel on line

La investigación reveló, además, una excepcional estructura de surcos en las hojas que recuerda, al verla de cerca, la topografía de una cordillera de montañas. Los científicos han explicado que estas profundas y anchas ranuras en las hojas funcionan como un sistema de canalización de aguas similar al de una depresión montañosa y a través de la cual la planta redirige el agua. Otras plantas se sacian, simplemente, con el agua de lluvia que cala en el suelo a su alrededor. «Estas características permiten a la planta florecer en condiciones de extrema aridez, y con unas características similares a las plantas del clima mediterráneo, porque absorbe cantidades de agua similares», ha destacado el investigador.Los experimentos y análisis para descubrir el proceso de crecimiento demuestran que el ruibarbo del desierto puede llegar a captar 43,8 litros de agua, en lugar de los 4,2 de otras plantas. Al probar el mecanismo de irrigación, los investigadores verificaron que el agua corría por los profundos surcos de sus hojas hasta centrarla en torno a la raíz y entraba hasta una profundidad de más de 10 centímetros.«En la misma zona, sin volcarla sobre la planta, el agua no llega a más de un centímetro», ha subrayado Neemán. Según el científico, «los resultados demuestran que un proceso de adaptación natural ha resultado en la evolución de la planta para desarrollar grandes hojas, mejorando su habilidad para sobrevivir en el árido clima del desierto». En verano, el ruibarbo, como otros vecinos suyos, entra en estivación, de la que despierta cuando bajan las temperaturas.

Fuente: EFE, MADRID+D

martes, 30 de junio de 2009

Repoblaciones pioneras en Pontevedra

"La reforestación de Pontevedra. El gran proyecto de Daniel de la Sota hecho realidad 1927-1958", es el título del nuevo libro de la Rafael López Torre, editado por la Diputación. Se trata, según el propio autor, de una amplia crónica, documental y gráfica de la reforestación de Pontevedra, desde su nacimiento a mediados de los años veinte, hasta su consolidación a mediados de los años cincuenta.La historia sitúa a esta provincia como «punta de lanza de la reforestación en España» y, concretamente, en Cotorredondo se plantó el primer árbol de un proyecto minuciosamente planificado y de una gran repercusión.
La Diputación, como institución, y Daniel de la Sota, como personaje, son los principales impulsores de ese plan de repoblación y el hilo conductor de la narración de esos treinta años históricos. El organismo provincial se presenta así como una institución pionera, atrevida y comprometida, «capaz de jugarse su prestigio y de apostar por un proyecto de futuro, convencida del éxito final». Y de De la Sota, se dibuja como el hombre que se adelantó a su tiempo y propició una repoblación modélica con la colaboración de Rafael Areses.
Precisamente, el libro de López Torre empieza el 3 de enero de 1927, cuando se planta el primer árbol del proyecto elaborado por el ingeniero más prestigioso de la época, Rafael Areses, por encargo de Daniel de la Sota tras su designación como presidente de la Diputación. Y acaba el 11 de febrero de 1958 cuando fallece el propio De la Sota, que pudo ver antes de morir como su proyecto más querido acabó por convertirse en realidad.
Ese mismo año, el consejo de administración de la Empresa Nacional de Celulosas anunciaba la subasta de las obras de la fábrica en Lourizán, que entraría en funcionamiento cinco años más tarde.

El blog de Forestman

La publicación identifica el desarrollo de la reforestación de Pontevedra con las etapas de distintos presidentes de la Diputación en esas tres décadas. Durante la presidencia de Daniel de la Sota se inicia el proyecto y en tres años se plantan más de 50.000 hectáreas en los montes de los alrededores de Pontevedra, al tiempo que se realizan investigaciones sobre el pino como especie dominante. En los años treinta, a causa de lo efímeros que fueron los sucesivos gobiernos de la República, la repoblación no avanza, pero se asume por todos los partidos como ineludible. Y se retoma en la etapa franquista.
Rafael Picó fue el presidente provincial de referencia en los años 40, cuando se crea un consorcio con el Estado y más ayuntamientos que se incorporan y ceden sus montes. En 1946, Pontevedra ya encabeza el ránking de la reforestación en España con 4.777 hectáreas.
El libro desvela toda la trama que hubo detrás del establecimiento en Lourizán del Centro Regional de Enseñanzas, Investigación y Experiencias Forestales, un proyecto que empezó como nuevo hogar provincial y acabó modificándose y transformándose en un centro experimental de primer orden.
También recoge el despegue del Centro Forestal de Lourizán en los años 50, con Fernando Molina de director, que se convierte en el alma mater de este desarrollo. Entonces, comienza a ejecutarse su Arboreto y entra en funcionamiento la Escuela de Capataces.
La última parte del libro se corresponde con el mandato presidencial en la Diputación de Luis Rocafort en los años 50, que es el momento de la gran eclosión forestal que desemboca en la industrialización, según explicó Rafa López en su resumen de presentación del libro.
Entre 1951 y 1954 se repueblan tantas hectáreas como en los 25 años anteriores y Pontevedra vuelve a situarse entre las provincias españolas más activas. La Misión Biológica encabeza en 1955 un plan de mejora y regeneración del Castaño que consagra a Ernesto Viéitez como gran investigador reconocido por loa FAO. Y en 1956 la Diputación crea su primer plan integral de lucha contra los incendios para afrontar las grandes quemas de años anteriores.

Fuentes: La Voz de Galicia y Portal Forestal

lunes, 29 de junio de 2009

Erosión

Regueros y cárcavas en Santovenia de Pisuerga (Valladolid)

Los cortados de Cabezón de Pisuerga (Valladolid)

Los cortados de Cabezón de Pisuerga (Valladolid)

viernes, 26 de junio de 2009

Watertube: protector y suministro de agua

Watertube es un tubo protector de plantas que a la vez suministra agua para su supervivencia y desarrollo. Esta es la descripción del producto que hace su página web (http://www.watertube.info/):
"El WATER TUBE consiste en un tubo de polietileno inflado con aire y soldado en algunas zonas para formar 8 compartimentos comunicantes, creando así una robusta estructura tubular hermética capaz de contener más de 20 litros de agua. Instalado alrededor de un pequeño árbol o planta, se sujeta mediante 3 estacas de madera. El agua almacenada en su doble pared se distribuye al árbol o a la planta a través de un goteador especialmente diseñado. El WATER TUBE® sólo se rellena una vez al mes.
Este protector de árbol único en su género hace mucho más que proteger y regar la planta. Es la manera de hacerlo lo que estimula el crecimiento y, lo que es más importante aún, la supervivencia.
Durante el periodo más crítico para un árbol joven recién plantado, el WATER TUBE una vez lleno, distribuye el agua constantemente, a un ritmo regular y controlado, durante 16 días. La cantidad de agua que fluye es de 3,5 litros el primer día, disminuyendo a 500 ml. el 16º día. A partir del 17º día, el WATER TUBE está vacío y permanecerá así hasta final de mes. Al reducirse de día en día la fuente de agua, las raíces se extienden en busca de la humedad del suelo. La red radicular se desarrolla rápidamente y el árbol joven alcanza así su grado de madurez con mayor rapidez convirtiéndose en un árbol robusto".

www.watertube.info

En el siguiente enlace podéis ver un video sobre este sistema: http://www.watertube.com.au/movies.html

Lógicamente, watertube es un producto comercial y no es nuestra función hacer publicidad. Sin embargo, la empresa que lo comercializa, con el fin de que lo probemos, nos ha suministrado unas muestras que ya estamos instalando y cuando sea posible os comentaremos los resultados. A priori nos parece una idea interesante que, no obstante, no creemos que sea adecuada para la restauración forestal a gran escala debido fundamentalmente a su coste (en este campo los sistemas de recolección de agua le ganan la partida sin ninguna duda). Pero en el campo de la jardinería o la arboricultura puede tener utilidad.

www.watertube.info

miércoles, 17 de junio de 2009

Los trasvases de los Incas

Los trasvases imposibles que copiaron los Incas
Hasta el más acérrimo pacifista se habrá preguntado alguna vez si, en una situación extrema, estaría dispuesto a empuñar un arma en defensa propia o para proteger a su familia.
La Razón Digital
01/06/2009
Pero ¿quién echaría mano de un fusil para preservar la necrópolis de un gobernante antecesor de los incas atrapado por las garras del desierto peruano desde hace 1.700 años? Walter Alva (Cajamarca, 1951) tuvo que hacerlo noche tras noche en Huaca Rajada (en la región peruana de Lambeyeque) para mantener a raya a los cuáqueros, los osados saqueadores de tumbas. El esfuerzo mereció la pena: los incipientes restos escondían el último refugio del Señor de Sipán, el primer mausoleo hallado intacto de un soberano preincaico, un descubrimiento rescatado ahora en un documental del cineasta español José Manuel Novoa.
90 MILLONES DE LADRILLOS
El hallazgo marcó un hito en la arqueología del siglo XX, como en su día los descubrimientos de la tumba de Tutankamón o de los Guerreros de Xian. No en balde, la pirámide funeraria construida, con casi 90 millones de ladrillos de adobe, era la punta del iceberg de la cultura mochica, que se enseñoreó de una franja del norte de Perú desde comienzos de nuestra era hasta el siglo VII, cuando se esfumó como por ensalmo. Los moches eran capaces de soldar metales y ya doraban el cobre 1.700 años antes que en la vieja Europa. Consumados alfareros -su destreza con la cerámica les ha valido el nombre de «los griegos de América»-, demostraron también una singular pericia con las obras hidráulicas: kilómetros y kilómetros de canales (algunos todavía se utilizan) les permitieron desviar el agua de los ríos andinos para regar grandes extensiones de desierto, el doble de las que actualmente se cultivan. «Gracias a los canales -asegura Alva- pudieron sembrar en el desierto en una de las zonas más áridas del planeta». Los incas, que recogieron el testigo 600 años después de que la cultura moche se desvaneciese, tomaron buena nota: sus obras hidráulicas seguirían el patrón de sus antecesores mochicas.
Ahora, los trabajos arqueológicos que siguieron al hallazgo, en 1987, de la tumba del Señor de Sipán, han permitido poner en marcha proyectos que beneficien a los campesinos. «Ha sido difícil, pero con ayuda italiana hemos logrado impulsar obras para hacer llegar el agua a algunos poblados», cuenta el arqueólogo. Ironías del destino. El descubrimiento del soberano de un pueblo capaz de regar el desierto en los albores de nuestra era propicia, casi 18 siglos después, que sus descendientes tengan acceso al agua potable. Algunos de los saqueadores de tumbas contra los que se defendía Alva hace 20 años forman ahora parte de su equipo arqueológico y su trabajo ha contribuido a recuperar 600 piezas de oro, plata y piedras preciosas de la necrópolis. Algunas se exhiben en el Museo de Tumbas Reales de Sipán. No es extraño que Alva esté tan orgulloso de su descubrimiento como del cambio de mentalidad de sus compatriotas.
RADIOGRAFÍA DEL SOBERANO
MOCHICA
¿Cómo era el soberano al que sus súbditos ni siquiera podían mirar a los ojos? Se cree que el Señor de Sipán falleció entre los 45 y 50 años, edad avanzada para la época, cuando la esperanza de vida apenas superaba la treintena. No hay rasgos de una muerte violenta, por lo que quizá sucumbió a una de las frecuentes epidemias que diezmaban a la población. Fue enterrado con la cabeza orientada al sur, orlada con una gran diadema de oro. Medía 1,67 centímetros, una altura considerable en comparación con la de sus congéneres, no era muy corpulento y su discreta masa muscular desvela que no estaba habituado al trabajo físico. Llevó, pues, una vida muelle propia de su ilustre condición. La dentadura, bien conservada, denota que solía ingerir alimentos bien cocinados.
Autor: R. Coarasa / J. Brandoli
(Este artículo lo hemos tomado del blog "Un Universo invisible bajo nuestros pies" http://weblogs.madrimasd.org/universo )

Fotos de sistemas hidráulicos tradicionales en Hispanoamérica

Del blog "Un Universo invisible bajo nuestros pies" de Juanjo Ibáñez (http://weblogs.madrimasd.org/universo), que recomendamos vivamente, hemos sacado algunas fotos de sistemas hidráulicos y de cultivo tradicionales.

Terrazas de Ciudad Perdida, Sierra Nevada de Santa Marta, Colombia

Terrazas cerca de Caccllaray, Cuzco (Perú)

Terrazas preaztecas, con suelos artificiales llevados a hombros de los indígenas

Terrazas en Perú

Terrazas incas en Macchu Pichu

Antiguas terrazas en México

Antiguo canal de riego en Ecuador, aún operativo hoy